Siendo un crisol –ahora candente- en dónde existen inteligencias en muchos docentes que tienen más o menos una clara convicción del cómo se iniciaría el camino para levantar a la universidad de todos los nayaritas, para sacarla de ahí, a dónde la llevaron la gandallez caciquil, la irresponsabilidad mayúscula de los predecesores de Nacho Peña, el escenario no cambia, el empecinamiento de sus beneficiarios de renunciar a su privilegios, mantiene un peligroso status quo y, lo grave, están nulificando los proyectos del rector.
En efecto, un buen lance, hecho por los docentes mediante la manifestación pública de su sindicato, cuyo mensaje fue bien recibido por medios y sociedad, bien pudiera ser el arranque de una gran jornada de acciones que al interior de la UAN, sirva para romper el círculo vicioso cuyo operadores se niegan a cambiar.
La aprobación ignominiosa de parte del consejo general universitario del presupuesto de egresos para el presente año de esa ilegal e improcedente partida de “asignaciones sindicales”, es un oprobio, un enorme boquete financiero, que, durante la vigencia del rectorado de Juan López, representaron más de 540 millones de pesos, que manejaron a su personalísimo arbitrio, los líderes de los trabajadores, quien se lleva la mayor tajada, de los docentes y hasta de los estudiantes.
Un esquema corporativo que es imposible de mantener, ya se los dijo el rector Peña, sin embargo, no pudo modificar la herencia maldita de la estructura que lo tiene maniatado, y el presupuesto de egresos para el ejercicio del 2017, salió igual que los anteriores; quienes lo conocieron en sus términos, se percataron que sin la modificación sustancial de esta partida, la UAN se estanca, no tiene fuerzas para soltar estos amarres caciquiles.
Dentro de la ebullición que existe hoy en el campus, los denominados “aliancistas” no quieren bajo ningún concepto aceptar el decrecimiento de sus ingresos, sobre todo de aquellos que eran aleatorios por los esquemas tradicionales, las denominadas “becas” para investigadores que nunca investigan, para aquellos que se aprovechaban de los cubanitos para que les hicieran sus artículos que publicaron en revistas “científicas”, esos que constituyeron una casta aparte del docente que si trabaja.
Esta condición es inadmisible, nadie quiere sacrificar privilegios.
EL QUEHACER
De ahí el por qué se requiere que un fuerza u acción externa modifique de manera radical la actual correlación de fuerzas al interior; si bien se le reclama a Nacho Peña que sigue montado en la estructura de control rectoral que le dejó Juan López, y que no ha dado muestras de querer desembarazarse de estos emisarios del pasado, él, desgraciadamente no puede solo; solo el gobernador primero y después la SEP, en acciones concertadas podrían iniciar.
Y henos aquí, nadie quiere o ha podido dar el primer paso, que tiene dos acciones de enorme trascendencia y que serán definitorias si el gobierno, el rector y la comunidad universitaria realmente desean salir del atolladero:
- Una nueva ley orgánica que establezca nuevos órdenes de gobierno interior, que termine con el actual esquema corporativo y el poder decisorio del CGU; y esto solo lo puede y debe de hacer el gobernador Roberto Sandoval; y
- Que el rector prepare la liquidación de los 1574 docentes feunanos y del setuan que no trabajan, que no tienen horario asignado, que son las rémoras y los premios del cacicazgo; existe en la SEP una partida para liquidar docente no reconocidos, ésta será una epopeya que tienen que hacer el rector, el gobierno, los legisladores federales, toda institución que sirva de interlocución con el gobierno federal, para el saneamiento de deveras de esta marchita UAN.
Existe un sentimiento de pertenencia en los nuevos docentes; que tarde que temprano van a superar a su líder; y existe en los viejos catedráticos la convicción de que si el rector Nacho Peña solo dura un par de años, ellos ya están trabajando en quién lo sustituirá; un docente joven y con talento, que al menos ya tuvo el valor de enfrentar al líder setuano en reuniones privadas, para decirle con claridad que su tiempo como factor de poder está feneciendo.
Terrible escenario..! difícil condición que tienen en este momento; empero de estos retos salen las grandes soluciones; ojalá y que la ayuda externa que requiere Nacho Peña se de en las próximas semanas; e igualmente que el rector empiece a recomponer su equipo de trabajo, el que se requiere para la magnitud de los cambios, que deben ser trascendentes, ocupa gente que no tenga complicidades con el pasado…
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