MANIPULACIÓN Y DESFIGUROS

  • Desnaturalizada la competencia electoral
  • Competiciones al margen de la ley

En México, como nunca antes, en el escenario político vive una polarización extrema; se dirá que no es la primera vez que nos encontramos en estas circunstancias. Lo que asusta es, el tamaño de los polos que se expresan a favor o en contra de la candidata del oficialismo y como  corolario, en la naturaleza del tipo de polarización.

Los excesos verbales de los corifeos y de la propia candidata del presidente de la república, que utilizan las medias verdades, las medias mentiras, la exageración de los yerros del pasado del cual provienen y al cual condenan, producen en el inconsciente colectivo del futuro elector una enorme incertidumbre.

Esta polarización por ser inédita, también genera enojo y confusión ante la manipulación e incumplimiento del marco legal que rige los procesos político electorales, ante la inutilidad de las estrategias que se utilizaron en las pasadas contiendas electorales que tenían como eje conductor la construcción de un escenario electoral, de la imagen del candidato, y  una narrativa respetuosa de la ley.

La aparición del tercer contendiente de Movimiento Ciudadano, resulta atractiva su propuesta para las nuevas generaciones de electores, que carecen de memoria histórica y les parece normal el cinismo con que se expresa en la condena de los adversarios.

Luego de su fulgurante aparición de Xóchitl, la candidato de la oposición le aparecieron serios problemas para la compactación del equipo de campaña, que acredita una vez más lo anodino de la personalidad de Santiago Creel; condición que genera decepción y una frustración anticipada en el grueso de sus simpatizantes.

Pese a que formalmente aún no se inicia la campaña de proselitismo electoral, el protagonismo de los tres aspirantes al cetro presidencial lejos de generar un entusiasmo esperanzador, aparece una atonía política del hartazgo de los dicterios presidenciales y el dominio inclemente de sus lances en contra del Congreso federal y de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Todo cuenta, de entrada la animadversión al caudillismo populista del gobierno federal y hasta la fecha, se aprecian descomunales errores de cálculo y operación inicial de la búsqueda de las simpatías y adhesiones del futuro elector de la candidata del oficialismo.

Se olvidan de las cualidades que los electores perciben como esencialmente humanas y que exige las tengan los candidatos, como la autenticidad, la honestidad, la integridad y el altruismo; frente a los defectos evidentes, la falsedad, las deshonestidad, la vacuidad, el egoísmo, el cinismo ramplón.

México y sus ciudadanos exigen menos manipulación estólida, menos desfiguros, se impone que tengan seriedad y respeto por la inteligencia del electorado.

Contacto.- mirtha.palacios@hotmail.com