Por Luis Ignacio Palacios
• Electores leales e indecisos
• Electores anti AMLO
De todas la investigaciones que múltiples empresas dedicadas a la demoscopia, destaca la de Gabriel González Molina, quien ha publicado –sin mucha divulgación por cierto- una serie de artículos y un texto sobre las ya inminentes elecciones del próximo 2 de junio; focalizando sus estudios en la elección presidencial.
Basado en los estudios que se llevaron a cabo entre el mes de marzo de 2019 y junio de 2023 en 25 zonas metropolitanas del país, con más de 1700 entrevistas en cada estudio, en sus conclusiones arroja singulares informaciones que son útiles para candidatos y electores.
Siguiendo por cuatro años el devenir político del país, y de las acciones del presidente López Obrador, señala que la estructura del mercado electoral le determina un 21% de electores leales al presidente; con un 35% de alejados; y los electores que se encuentran absolutamente en su contra serían el 23%.
A estos segmentos se le denomina electores Switchers que son aquellos que no han definido con seguridad el destino de su voto y que en su momento buscan orientarse en términos de ventajas o desventajas; son pues los indecisos.
Uno de sus asertos es el que señala que los electores alejados del presidente y el segmento de los anti Amlo, suman juntos el 58%, que es una cifra que supera el actual capital electoral del presidente, y es como consecuencia de ellos el campo fértil para la oposición; y sus conclusiones señalan que el capital electoral que posee el presidente es de 42% y la buena noticia es que este capital puede ser heredado a su candidata. La mala es que probablemente esta cifra ya no pueda ser incrementada, sería su “techo”.
La buena noticia para la oposición es que su “techo” es de 58% si es que pudieran apropiarse de este segmento de los electores alejados del presidente, y la mala noticia es que esto solo sería posible si lograran articular en forma exclusiva una narrativa que sea acorde a las características de los indecisos.
De cara a las elecciones, se aprecia pues una clara estrategia de polarización, desde el púlpito presidencial y en el dictum de la candidata del presidente; para la oposición existen dificultades para articular una adecuada polarización que responda a las necesidades de los indecisos.
Debemos de tomar en cuenta que la escolaridad promedio del elector mexicano es de 9 años; la ignorancia, y la falta de participación social son parte de nuestra realidad social; y ante este imperativo, hemos de ver la eficacia de las campañas y de sus equipos de comunicación.
Este domingo 2 de junio podrán votar casi 98 millones de mexicanos, son más de 8 millones de las elecciones del 2018.
Si queremos seguir construyendo una verdadera democracia política, debemos tener elecciones limpias y creíbles, transparentes y legítimas; el avance de la democracia se sustenta en que los electores tengan realmente grados de libertad y sepan distinguir las diferentes opciones electorales que se les presenten. Esto, es saber votar.
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