Es la segunda ocasión en que asisto, la convivencia de los abuelos con los niños de pre escolar, del centro de desarrollo infantil de la Universidad Autónoma de Nayarit; uno de los secretos mejor guardados de la universidad de todos los nayaritas; una loable institución que nació como una prestación de los trabajadores afiliados al Setuan, y que, evolucionó para incluir a los docentes y administrativos de la UAN.
Solo es un recinto para sus hijos, ahí, tienen unas excelentes instalaciones y se cuida al extremo su mantenimiento, y sobre todo la calidez y capacidad profesional de todos los que integran el personal, desde cocineras, puericultoras, sicóloga, doctora, docentes especializadas en trabajo infantil; y el personal directivo que encabeza la maestra Elizabeth García, su directora, quien le aplica una conducción exigente y estricta.
Este viernes anterior, la convivencia con los abuelos, los mensajes de las docentes, destacan la función educativa que tenemos para con nuestros nietos, el valor de la familia como sustento primero de esta etapa formativa de los infantes; los niños hicieron sus gracias, declamaron e hicieron un coro espléndido con canciones de Lara, se lucieron pues.
El evento contempló la participación de los abuelos con sus nietos, varios juegos se desarrollaron en los cuales se acreditó que los sesentones están en buenas condiciones físicas; luego una exhibición de talentos, una abuelita excelente bailadora y un abuelo con su guitarra que hizo de las suyas y cerró con un buen rock and roll.
Una buena dinámica se llevó a cabo con la participación general de abuelo y nietos, un concurso de baile, y ahí anduvimos, sacaban y sacaban parejas, pero el grueso de abuelos se mantuvo, muchos y buenos bailadoras y bailadores; de todos los ritmos, con la activa participación de nuestros nietos que estuvieron querendones en grado sumo; todos presumiendo a sus abuela o abuelo, amorosos como ninguno.
El mensaje final de la directora Elizabeth fue emotivo y muchos chiquillos lloraron por que ya se iban sus abuelos; algunos nos quedamos, esperando que comieran y poder salir con ellos. Los niños que ahí se educan, comprenden la importancia de las reglas básicas de convivencia, de la educación elemental desde hablar correctamente, ir al baño, lavarse las manos y los dientes, comer con la boca cerrada, decir gracias y por favor.
Saben trabajar en equipo y su proceso formativo se nota, frente a otros niños de su edad que no tienen a su alcance esta educación.
Bien por la UAN, bien por los directivos y dirigentes sindicales que mantienen este centro de excelencia; y bien por la asociación de padres de familia, docentes y trabajadores universitarios que con sus aportaciones económicas cada año incrementan el equipo y mejoran las instalaciones de este Cendi UAN, que sin duda, es el mejor de la entidad.
Por las nuevas generaciones, deben seguir protegiéndolo de grillas estériles, eficiencia, talento y responsabilidad en sus directivos; sin duda un enorme activo de los universitarios.
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