Algunos de sus pares, de manera cáustica –medio serio medio en broma- una vez que les quitaron la justicia administrativa y la electoral, le llamaban la “sala güevona..” dado que, el número de sus asuntos a conocer ha disminuido notoriamente; sin embargo, con esa capacidad que tiene Pedro Antonio Enríquez de recomponer los escenarios políticos y administrativos que le atañen al poder judicial que preside, ahora nos tienen una agradable sorpresa.
La ex sala constitucional, administrativo y electoral, que ya solo tiene la materia de conocer la vulneración de derechos fundamentales del orden estatal, a la que le crearon una especie de juicio de amparo sui géneris, ahora, de sus cinco integrantes, tres magistrados, integrarán de manera aleatoria, la segunda sala penal del TSJ, que viene a despresurizar el cúmulo de trabajo que tiene hasta ayer, la sala de jurisdicción penal.
De no suceder algo inopinado, este lunes, el concejo de la judicatura estatal, hará el anuncio correspondiente, para que el foro conozca a sus integrantes de esa segunda sala penal, y la singular manera en que se integrarán para el conocimiento de los asuntos de esta materia que tienen abrumados a los tres magistrados Becerra, Rivera y Aldrin.
Me dicen los enterados, que los trámites iniciales de los recursos seguirán siendo protagonizados por la misma secretaría de acuerdos, ellos, los magistrados y sus secretarios proyectistas, conocerán cabalmente de los asuntos de esta competencia y van a juzgar de la manera tradicional, con ponencias de cada uno de los magistrados, los expedientes y juicios orales que les correspondan en función de los recursos ejercidos.
En descargo de los juicios livianos que les han hecho a los integrantes de la sala constitucional, debemos de recordar que cuando se extinguió el tribunal estatal de justicia administrativa, sus últimos integrantes, les dejaron un auténtico cochinero, de miles de expedientes que ni siquiera fueron capaces de hacer una entrega ordenada; a contrario, ahora que la reforma de la carta magna impuso la creación del tribunal de justicia administrativa a todas las entidades federativas, ellos, entregaron todo en orden con cero rezago.
El poder judicial, sigue siendo el pato feo del gobierno en turno, el anterior gobernante, nunca pudo entender la magnitud de los reclamos y exigencias financieras que le hizo el CEJ, no solo los mantuvieron con presupuesto de egresos bajo, sino que el recurso aprobado por los diputados, siempre y de continuo se lo escatimaban; la queja del togado presidente era persistente ante finanzas; “no me des más.., solo danos lo que nos aprobaron los diputados..”
Es de esperarse que, ahora con un gobernador que tiene un grado académico y un bagaje cultural medianamente aceptable, puede dimensionar el grave problema existencial que padece el poder judicial de la entidad; el próximo presupuesto de egresos, deberá de incrementarse, de menos el doble de lo que le dieron la anterior legislatura.
Solo de esta manera, se podrán incrementar los salarios de jueces, secretarios y demás personal auxiliar de la administración de justicia, los sueldos de los magistrados, así que se queden, son más que decorosos; los recursos que se incrementen deben de ir a salarios del personal que labora y en la implementación de las decenas de salas de oralidad que urgentemente se requieren.
La creación de la segunda sala penal, es un ejemplo de que le echan imaginación y ganas para mejorar el servicio de administrar justicia; no se va a incrementar los ingresos de sus magistrados, ni se va a contratar a nuevo personal; con lo que hay, tienen y les sobran..!
Y pues sí, de esta manera, ya no tendrán el comentario bucólico de sus pares, de que integran la “sala güevona…”.
Trabajen señores y denle prez al tribunal superior de justicia…
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