“Y yo os digo: pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá..” si mal no recuerda el escriba, esta frase corresponde al evangelio de Lucas; y sí, también Mateo, lo reproduce, se refiere a una extraordinaria frase que consignan los evangelios sobre lo que dijo Jesús el nazareno, en una parte de su corto ministerio; tan profunda fue su enseñanza, que en algún grado primero de la masonería, tocamos este tópico que se refiere a la especulación intelectual que debe tener todo hombre.
Y vino a mi memoria esta remembranza, el viernes anterior, en la ceremonia del IV informe de labores del CP Juan López Salazar, cuando, casi al final de su alocución, de manera serena, cuidando bien su lenguaje, señaló ante el gobernador Roberto Sandoval, que la Universidad de todos los nayaritas, tiene graves atrasos en el suministro de los millonarios recursos que la sociedad le aporta mediante el impuesto especial establecido, y que las entidades públicas –Ayuntamientos- han sido omisas en varios periodos.
Este puntual reclamo, decía en este mismo espacio en la publicación del señalado viernes, sin duda que tendría el beneplácito de la sociedad y de las organizaciones empresariales, puesto que, los integrantes del patronato que administra este impuesto especial, de una u otra forma participan en las cúpulas empresariales.
Y el gobernante, atento, en su intervención, fue obsequioso al pulcro y legítimo reclamo del rector; Roberto Sandoval Castañeda, calificó como urgente la existencia de una ley que permita a la Universidad Autónoma de Nayarit, disponer directamente de los recursos que le corresponden de cada Ayuntamiento. Por tal razón, exhortó a los diputados para que sesionen y busquen que a la brevedad, la UAN cuente con más presupuesto sin ningún tipo de regateos.
Explicó que dicha ley debe hacer que el Gobierno del Estado y los Ayuntamientos estén obligados a entregar los recursos, a través de sus participaciones federales, el pago del impuesto del 12 por ciento a la máxima casa de estudios de la entidad.
Roberto Sandoval señaló que actualmente los Ayuntamientos le deben a la Universidad más de 200 millones de pesos, lo que ha dificultado el desarrollo pleno de los proyectos en infraestructura de este plantel educativo.
“Para que sea obligación, no discurso, el descuento automático de las prestaciones del subsidio y del 12 por ciento las transparencias, y que al Gobierno del Estado se le descuente lo que tiene que cubrir igual que los municipios, se les descuenten las participaciones federales”, dijo.
“Para que sea el Congreso del Estado, con los presidentes municipales, quienes firmen un acuerdo de que el dinero de la Universidad llegue a tiempo, llegue formal y llegue concreto, y que en el ejercicio de los 3 años de los municipios, de todos y del estado, sea totalmente eficaz y transparente, por eso le pido al Congreso del Estado, si me lo permite, hacer esa iniciativa el día de hoy”.
PROBLEMA DE ETICA PÚBLICA
Tiene legitimidad plena el reclamo del rector; tanto más la respuesta del gobernante que siempre con hechos les responde de manera congruente a las peticiones de los universitarios; heredero de una deuda impúdica que nunca debió de acumularse, salvo por la perversidad y descomunal ineficiencia del gobernante anterior que hizo trizas el ejercicio del presupuesto público a su cargo, Roberto hace lo posible en demostrar que su administración tiene una clara voluntad para cumplir con sus compromisos, de su sexenio y del oprobio de las herencias malditas del sátrapa anterior.
El origen del impuesto fue una circunstancia singular en el cual todo mundo estuvo de acuerdo; aunque respecto de las bases constitucionales del acto de exacción fiscal pudiese ser cuestionable su vigencia; el asunto que está hoy a discusión no es la legitimidad de su existencia, sino encontrar los mecanismos para que los ediles que han sido omisos en la entrega del impuesto que cobran y son retenedores, y que de manera absolutamente irresponsable se quedan con estos recursos, los jinetean o de plano los desvían para fines inconfesables.
Entonces, el escenario nos plantea una peculiar condición; hacer una ley que posibilite el cumplimiento de un mandado que está en otra norma fiscal..!? puede resultar una perogrullada, pero en esta sociedad existen cuestiones de simulación gubernamental y de inacción de los mecanismos que las propias normas vigentes establecen, para que estos dispositivos fiscales funcionen de manera puntual; y si hemos llegado a esta condición de incumplimientos, se debe sin duda a la absoluta falta de ética gubernamental de los presidentes municipales.
Y de que, el congreso del Estado, no ha asumido de manera cabal su responsabilidad, su dependencia en gobiernos consolidados, los deja mal parados; estamos a mitad del sexenio de Roberto Sandoval, llega una nueva administración en un mes, y ahí hemos de ver si los nuevos diputados que llegan con el síndrome de santa clós (creen poder hacerlo todo) están a la altura de las expresiones generosas del gobernador, para que la Universidad de todos los nayaritas, no tenga que andar en estos escenarios de reclamar públicamente recursos que todos ciudadanos aportamos mediante dicha figura fiscal.
No existe una figura típica especializada sobre este problema que es, administrativo, fiscal y punible si nos ponemos exigentes; el desvío de recursos de los funcionarios públicos, cualquiera que sea su origen, es una falta grave, con la benevolencia que tienen en el actual sistema de fiscalización gubernamental, este tipo de acciones que conlleva una grave omisión de obligaciones públicas, es una falta que de entrada impone sanciones resarcitorias; sin embargo, el siguiente nivel, frente a la contumacia de los Ayuntamientos es incoar el procedimiento administrativo y el ulterior, la denuncia penal.
La sociedad lo reclama en todos los tonos, alguien tiene que hacer punta; el gobierno de Roberto puede ser el primero en que lleva los extremos legales a su cabal cumplimiento, no vale ya pretexto u opacidad alguna, el balón no solo está en la cancha de los diputados, sino en la del secretario de la contraloría y de Roy Rubio, el titular del OFS; veremos pues, los acontecimientos que vienen…
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