Por Luis Ignacio Palacios

  • De experiencia y noveles

  • Expresión de las  cúpulas

Si existiera algún dispositivo en la ley electoral que le permitiera a la autoridad competente y a la ciudadanía que obligara a los cientos de candidatos que han sido registrados para competir en las elecciones locales y federales a senadores, diputados, ediles, regidores y síndicos, a contestar un corto examen sobre las cuestiones elementales que nos pudieran mostrar su poca o mucha capacidad, ilustración o cultura política que los haga aptos para el puesto que aspiran.

Cuántas y cuántos candidatos pueden contestar con conocimiento la clase de sistema jurídico político que tiene nuestro país; que nos narraran una historia mínima de México y de Nayarit; si saben la teoría constitucional de pesos y contrapesos que es la base de la democracia republicana; si conocen la naturaleza de la estructura económica del sistema y las características y los fines del modelo mexicano.

Sabrían distinguir el gobierno promotor del monopolista de Estado..? en fin, son muchas mis preguntas y más que los temores de ver a esta generación que asciende a los dinteles del poder, por obra y gracia de los líderes de los partidos.

Pero no seamos tan exigentes, con una sociedad como la nuestra, los candidatos son genuinos representantes del momentum que transitamos y de la precariedad de los partidos que no representan ya, los más caros anhelos de la sociedad.

En el PRI ahora coaligados, el dominio de Manuel Cota e incondicionales, demostrando que su control es endogámico, destaca Sofía Bautista por su carácter y propuestas.

Igual en el PAN, con Cambero y asociados que tienen ya, lustros usufructuando la franquicia, destacando Jaime Cuevas en Bahía e Ivideliza y Juan Guerrero que al parecer no va a ninguna candidatura.

Y aparece una talentosa mujer en el PRD, Gina Guillén en su primera experiencia electoral.

En MORENA, partido en el poder, luego del golpe de timón que  diera el gobernante, aparece una nueva generación de cuadros que van a su primera oportunidad electoral, a Elizabeth López, se le tiene que dar el beneficio de la duda, pues le corresponde la difícil tarea de obtener los votos en unos comicios que son sin duda la evaluación que hace la ciudadanía a mitad del sexenio de la administración en turno.

Y que tienen que cargar con el lastre del concubinato Ponce Galván que le va restar en la hora de los votos. A donde pueden gravitar los votos de las organizaciones sindicales SNTE y Sutsem cuya experiencia en la operación electoral es conocida.

MC con esa gavilla serrana que lleva con eficacia el papel de esquiroles, donde solo se salva Julieta Mejía.

A muchos candidatos se les tiene que preguntar qué valor intrínseco tienen para ser representantes de la sociedad en los órganos del poder político, que en su casa los conocen y publican sus clips propagandísticos de conmovedora y pobrísima manufactura,  opositores con vacuas expresiones de la nadez política y todo se difumina en promesas vacuas, compromisos inasibles, superficialidades extremas.

Este es el México que trajo consigo la alternancia en el poder; hoy nos jugamos el futuro inmediato en las próximas elecciones.

Al conocer los nombres de los nominados, buscando explicaciones de su presencia en los registros, me recuerda lo difícil que fue encontrar argumentos válidos para el entonces candidato Rogelio Flores Curiel en medio de su campaña en 1976, en el discurso que le proyectaba el escriba, para la toma de protesta de los candidatos a diputados, presidentes municipales y regidores.

Jonás Flores insistía en argumentos  simples  de que eran los genuinos representantes de PRI en sus municipios y distritos; el que esto escribe insistía en que en ese entonces existía una coyuntura política de renovación de Nayarit, con el nuevo gobernante que abriría oportunidades a las nuevas generaciones, que si bien estos candidatos no eran los mejores cuadros del partido en sus municipios, en ese momento eran los adecuados para fortalecer el proyecto político del candidato.

El coronel, nos escuchó a ambos y se decidió por mi tesis; y así fue el discurso del que sería gobernante.

Hoy, los líderes de los partidos en la  contienda no tienen a nadie que le pueda decir a la ciudadanía la necesaria información del porqué de la presencia de estos candidatos.

Si le preguntasen a Jorge “Fugio” Ortiz por los candidatos que propuso el PT dudo que se atrevería a reconocer que fue por los ¿cientos de miles..? ¿millones?  de pesos que obtuvo -de entre otros, del presidente municipal de Rosamorada por la postulación de su esposa a sucederlo.

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