El divo del periodismo fashion puso su fotografía en las redes; eran sus vacaciones en USA, así conocimos a quien sería el diputado por el MC, llamado Manuel Bernardo Carbonel, de inmediato recordé a su padre, Carbonel de la Hoz, quien siendo sub secretario general del gobierno de Veracruz lo nominan como candidato a gobernador; se hizo un margallate político y finalmente no lo fue; lo conocí en la ciudad de México, en los cursos del ICAP.
Llega su hijo como integrante de la XXXI legislatura, y junto al talentoso Juan Echegaray hicimos buenas migas; me corresponde ser su asesor en algunas cuestiones y proyectamos reformas al código penal que a la postre fueron aprobadas; luego vino el descubrimiento de su enfermedad, con una excelente actitud me dijo como informarles a su esposa y a su madre, un tumor era inoperable, lo tenía cerca de la aorta.
Ya operado del primer tumor, me pidió que no lo dijera y fuimos ante el diputado presidente para que le diera el permiso, para estar ausente de las sesiones, ocupaba su sueldo para el costoso tratamiento al que se sometió; encontramos la generosidad de Jorge Humberto Segura y con extraordinaria actitud enfrentó al dragón; hoy fue vencido y ya está en el eterno oriente, me duele su partida, era un hombre con enormes deseos de justicia social.
Tenía mucha fe en Enrique Alfaro, quien con las siglas de su partido hizo la hazaña de ganar y se posiciona como una opción a la gubernatura e incluso a la luz de los resultados, como candidato a la presidencia de la república, con Dante Delgado –su líder nacional- iniciaron ese proyecto.
Platiqué con Bernardo, muchas veces, le gustaba la cocina del Intenzzo, era frugral en sus alimentos y poco aficionado al alcohol, mi amigo Roberto Lomelí, el famoso “Bachis” como operador del diputado presidente, lo llevó al Marlin y se emborracharon con el pretexto de varios acuerdos, hoy, tenemos que hacer un responso ante su inopinada partida.
Me pidió que investigara todo lo referente al pago de la tenencia de los automotores, buscarle una forma para que no la pagáramos los nayaritas, le dije que estábamos hipotecados en los dineros que la federación remite al Estado, “búscale, debe haber una opción para quitarla” me insistía, y en eso estábamos cuando me dejó de llamar por teléfono, uno de sus auxiliares me lo dijo, en Guadalajara estaba sometido al tratamiento y era realmente opresivo su impacto.
Llegó al eterno oriente, espero que los dioses buenos le acompañen, y tenga generosa la vida en esa dimensión, lo merece…
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