La dura resistencia que hoy le oponen al rector Jorge Ignacio Peña los trabajadores y académicos más retardatarios que están enquistados en sus sindicatos a los programas de regularización administrativa, financiera y académica, mantiene un clima sordo de lucha, de desobediencia en mandos de las UA, del reacomodo de los flojos catedráticos y los comodinos trabajadores, que, no trabajan, no cumplen con sus responsabilidades y no dejan trabajar a los catedráticos que si le tienen el amor a la UAN y desempeñan adecuadamente su trabajo.
Una de las medidas que han implementado, el registro de entrada y salida de las aulas de los docentes, en varias unidades ha resultado contra producente, dado que las aulas están alejadas de la dirección y es una monserga para el catedrático que sí trabaja estar yendo y viniendo a cada hora de clase; como si los directores y administradores no supieran quienes son los aviadores que ahí pululan sin hacer nada, salvo cobrar sus pingües salarios.
Y el caso de las unidades académicas foráneas es peor; los docentes que tienen que hacer trabajo de investigación en campo, el problema, es lo prolijo de los documentos justificatorios de las labores docentes extra campus.
En la Unidad de Agricultura, por su propia vocación sustantiva, es el lugar ideal para hacer programas que constituyan unidades económicas y sirvan de instrumento de capacitación y aprendizaje para los alumnos; empero ya ninguno de los maestros con iniciativas quieren hacer algo al respecto; ¿porqué..? por la sencilla razón que no pueden dejar nada en los terrenos de la escuela, los trabajadores, se roban las flores, se roban los animales –chivos o borregos- se roban las plantas, todo con lo que experimentan tiene el latrocinio impune de los trabajadores.
En años anteriores han presentado denuncias ante las autoridades universitarias y del fuero común y no pasa absolutamente nada, su poderoso sindicato desactiva toda denuncia, son impunes. ¿El resultado..? hoy la limpieza de instalaciones en Agricultura es absolutamente deficientes, los baños son un asco, docentes y alumnos que tienen que pasar ahí más de ocho horas, tienen que salir a los baños de la gasolinera que está a la entrada en la carretera que llega a Xalisco para hacer sus necesidades fisiológicas.
Es cosa común que luego del cobro de las quincenas, docente que se descuida, que deja sus portafolios o bolsas, le desaparecen su dinero…, pese a estar las oficinas cerradas con llave.
CREANDO NUEVAS PRÁCTICAS
Pero no todo está perdido, este fin de semana anterior, alumnos de Agricultura, en el cierre de la materia de Comercialización y Mercadotecnia agrícola, celebraron por vez primera una interesante exposición de sus productos, cumpliendo las normas académicas y creando productos nuevos, de cara para llevarlos al mercado, mostraron a sus pares y a los docentes que, con todas las limitaciones del mundo, cuando se quiere trabajar y ser responsables en su proceso formativo se puede.
Algunos de los alumnos tienen responsabilidades familiares, otros, están en el sistema semi escolarizdo, y con esfuerzos loables, presentaron sus productos, y disertaron sobre las características de los mismos.
Licor y crema de café, cultivo de rosales, pan de plátano, mermeladas a base de frutas exóticas y botanas saludables de cacahuate para niños, entre otros productos.
Cualquier empresario que quiera emprender la comercialización de estos productos, puede encontrar en estos estudiantes de agricultura, una alternativa para diversificar productos en el mercado y apoyar a los emprendedores del futuro.
En la Universidad de todos los nayaritas, se encuentra talento y excelente disposición para cumplir sus funciones sustantivas, crear conocimiento y ser la vanguardia del pensamiento de la evolución que reclama nuestra sociedad. La docente responsable de esta materia, es una brillante ingeniero en alimentos y con maestría en procesos de desarrollo, egresada de las mejores universidades de la ciudad de Guadalajara Jalisco, que ha recibido la sevicia de algunos de sus pares y el desdén del director suplente del extinto Carlos Carvajal Cazola.
Esta circunstancia por inaudito que parezca, ocurre en muchas de las unidades académicas, el odio del mediocre que entorpece la labor de quien trabaja, la holgazanería de los trabajadores que se saben impunes e incumplen con sus elementales obligaciones; mientras los directores y administradores siguen resistentes a acompañar al rector Jorge Ignacio Peña en su ardua labor de refundar de raíz a la Universidad.
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