MEA CULPA

Prosigue el fuego mediático en contra del gobernador Roberto Sandoval; luego del enorme fracaso electoral que sufrió en las recientes elecciones; considerando que es de su exclusiva responsabilidad la imposición de todos los candidatos a ediles, diputados y regidores, hoy en la picota del mayor descrédito que gobernante alguno haya tenido en la historia reciente de la entidad, vemos al político montado en su macho, no quiere discernir públicamente lo que sin duda le ha agobiado en éstas semanas en la soledad de casa de gobierno.

Las heridas políticas que le causaron la estrepitosa derrota electoral, pese a los innegables entendimientos previos que tuvo con el candidato triunfador, le tardarán años en sanar; sobre todo que este, es el resultado de la hipercentralidad de su modelo de conducción política y gubernamental; durante años en su administración, no se movía una sola hoja de cualquier dependencia sin su autorización.

Este modo de llevar el gobierno con el agravante de las regañadas estridentes y humillantes que les prodigó a la mayoría de sus funcionarios, hizo que al final, por miedo, a todo le dijeron que sí, haciendo un híbrido falaz la administración y se tuviera un gobierno con graves disfunciones administrativas y financieras; hoy, se cuentan con los dedos de la mano los funcionarios que funcionan y le prodigan su lealtad con el mejor desempeño de sus responsabilidades, para dejar al menos en lo interno, en las tripas de la administración estatal, con decoro y eficiencia una buena entrega a la próxima administración.

En el territorio de la política, de la comunicación hacia la sociedad y en la defensa de los resultados de la obra pública, del control de la deuda, de la financiación a los servicios de salud, de las inauditas aportaciones a los concesionarios del transporte público para que no aumentaran los precios, luego de los aumentos de las gasolinas; en fin, a lo que es menester reconocerle, no tiene a nadie Roberto que lo haga.

No tiene secretario general de gobierno;  la unidad de prensa y relaciones públicas inexplicablemente se ha acotado a la mínima expresión, y su salida a los medios luego de la debacle electoral no ha sido lo ordenada y semánticamente adecuada para que la figura del gobernante quede en su exacta escala; no tiene quién lo defienda, no tiene a una figura de peso mediático que hable por él.

LEGISLATIVO SILENTE

En el legislativo, sus diputados siguen en estado catatónico, bien pueden entrarle al quite frente a la andanada de dicterios y epítetos exagerados que le prodigan al gobernante; nadie, ni uno solo de estos representantes populares ha dicho una sola palabra en defensa de quien sigue siendo su jefe político, se han hecho los mudos, levanta dedos, que ya se van con las alforjas bien cargadas; con ello hemos constatado la inutilidad del empecinamiento de Roberto, llevar al congreso y a los puestos públicos a personas sin experiencia alguna, sin los perfiles adecuados y ahora vemos que no tienen el valor de salir a defender a quien ahí los puso.

Mudos y acobardados añoran el último día del mandato, para llevarse sus jugosos bonos.

En lo íntimo de sus definiciones, Roberto Sandoval, pasa por una crisis existencial, nunca en su corta vida de funcionario público tuvo amigos cercanos con los cuales pudiera confrontar su toma de decisiones, quiso permanecer solo, poderoso y aislado, desconfiando de todos a la hora de los grandes resolutivos; y ahora, recibe lo que sembró y lo que permitió que sembraran sus principales funcionarios; ya enriquecidos, ahora elusivos, porque saben que el principal responsable, al único que le echarán responsabilidades incluso legales, será al gobernante.

Quizás nunca veremos a un Roberto Sandoval en un acto de constricción, en su talante no cabe el mea culpa, un político que desdeñó las reglas básicas, que aceleró las satisfacciones inmediatas, finaliza su mandato con el desprecio de la gente y el jolgorio de sus adversarios.

Perdió las elecciones, perdió la mayor parte de su patrimonio político y vivirá en la angustia los próximos meses sin saber a ciencia cierta, si la próxima administración le dará marcha atrás al marco legal de protección transexenal que diseñó; nadie le ayuda, en la ASE en lugar de fortalecer las funciones fiscalizadoras, para enfrentar lo que sin duda vendrá de la próxima legislatura, su titular la desnaturaliza con aberraciones administrativas.

Un cierre de sexenio sembrado de abrojos.., porque los críticos de Roberto se han vuelto crecientemente cínicos, ahora que enarbolan el juicio condenatorio de la sociedad a su gobierno, desconociendo innegables activos que quedarán para la posteridad.

Contacto.- cronicaslip@gmail.com

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Incursiona en géneros periodísticos, hace reportajes e investigación; es abogado, en “La Voz de Nayarit” como analista político. Los avatares del periodismo de opinión lo llevan al extinto “El Nayar”; posteriormente al revivir el diario como “Meridiano” es uno de sus columnistas principales. El gobierno de Celso Delgado y las organizaciones de periodistas le entregan el Premio Estatal de Periodismo 1993 en la modalidad de “Crónica”. Hace treinta y cinco años nace el periódico regional “Avance” y desde entonces es miembro de su página editorial como analista político. Pionero en Nayarit de periodismo en Internet, publica una página en la web “Crónicas del Sexenio”; se muda un par de años a Nuevo Vallarta y publica en los periódicos “Vallarta Opina” y “Nayarit Opina”. De regreso a Tepic incursiona en la Televisión pública como analista político. Establece una Consultoría Jurídica-Política y retoma el espacio en Internet, como periodista de opinión y reportero entrevistador.