LA DERROTA ES HUÉRFANA

Referida a Napoleón Bonaparte, replicada por John F. Kennedy, hoy recuerdo la frase que se aplica al momento que vive el priísmo y el gobierno en la entidad: “La victoria tiene cien padres, pero la derrota es huérfana..”  y en estos días posteriores a la contundente derrota electoral que los ciudadanos le propinaron al Pri-gobierno en el municipio de Tepic, es prudente la reflexión trascendente y analizar el proceso con la mayor objetividad posible.

De entrada, es criterio de este escriba, que el triunfo del candidato de la derecha, -si es que esto significa algo en la hibridez ideológica que propone Polo Domínguez- no se debe a la actuación de los partidos que lo sustentaron, el Pan como su partido originario y el Prd, en eso que llamaron “alianza fáctica”, tamaño diferencial de votos, más de veinte mil, que representan 17 puntos porcentuales en los votos emitidos, nunca, ni en sus sueños afiebrados lo concibieron los estridentes dirigentes nacionales de estos dos partidos.

“Fue el voto del odio..” me dijo un destacado y experimentado político del Pri, ya jubilado de estos quehaceres electorales; otro dijo, “se apretó demasiado desde el gobierno a los servidores de confianza…” a lo que aquél dijo, “fue el pueblo quién salió a votar, no fueron los partidos que llevaron a Polo como candidato quienes motivaron el voto en contra del candidato del gobernador..” y si bien el voto de la gente inconforme con el trato que recibieron representa un mínimo porcentaje, los votos hay que buscarlos en la gente sin partido, que le mandaron un claro mensaje al gobierno.

En un escenario electoral intermedio, nosotros lo señalamos en este mismo espacio, que este tipo de elecciones son plebiscitarias, es decir, que en cierto sentido, el voto intermedio es una manera de juzgar y calificar la actuación del gobierno en turno; ante el mensaje de los votos, lo que se colige es que a través de un candidato de mediana presencia política, la gente, Juan Pueblo emitió con su voto el mensaje; así como en las elecciones de hace tres años, el gobernante no cuenta con la adhesiónmayoritaria de los ciudadanos de la ciudad capital.

Para visualizar este aserto, debemos ver los números de los votos; hace tres años, con toda la parafernalia de su campaña, Martha Elena García obtuvo en Tepic 75,505 votos, hoy, con los datos del Prep, Polo Domínguez, registra 76,966 sufragios a su favor; y ni por asomo se puede comparar la inversión de gente y recursos que invirtió el candidato panista con aquella; estimo que, de manera prudente debe hacer las necesarias reflexiones sobre el origen social de su flamante victoria electoral.

Estas elecciones para el elector representaron un evento coyuntural, y como tal, existieron hechos que fueron los detonantes para el cambio de la correlación de fuerzas políticas, reflejadas en el electorado; las más optimistas lecturas de las encuestas, le daban al panista una magra ventaja de 4 puntos, dos días antes de las elecciones; la realidad abrumó a partidos, candidatos y encuestadores.

YERROS Y FALTA DE OFICIO

Nada existe tan difícil en el diseño de la reproducción del poder,  identificar los hombres y mujeres que pueden representar rentabilidad electoral; hubo yerros notorios en la designación de algunos candidatos; una marcada falta de oficio en los operadores de tierra, que apretaron en demasía a sus colaboradores forzados, el desconocimiento de cuestiones elementales que permean en el electorado, que se generan en la improvisación de dirigentes partidarios que actuaron con soberbia y desdén, tanto frente a los medios y sus hacedores, como ante la gente de experiencia militante del  tricolor.

La estrategia electoral, por lo que alcanzamos a percibir en el despliegue del modelo que se utilizó en la campaña en el municipio de Tepic, la apreciamos “chata” y con énfasis en un solo código de comunicación, que impedía mayor penetración con el electorado indeciso, con los nuevos electores; se llevaron a cabo demasiadas acciones con sus incondicionales, cuando el librito nos indica que si ellos ya estaban seguros, había que ir por los votos de aquellos que estaban indecisos, y por quienes tendrían su primera experiencia electoral.

El candidato perdedor, no terminó de afinar sus perfiles como un producto político elaborado; y esto, que si bien no es determinante, influyó en el resultado de las cifras; el corto periodo de la campaña demostró que en tan pocos días deben perfilarse de manera diferente los puntos fundamentales del posicionamiento de los candidatos; y es evidente que la parte fundamental de las causas generadoras de la derrota, hay que buscarlas, en la dirigencia partidaria, en los ejércitos de tierra y en las percepciones que el elector sin partido tiene del gobierno estatal.

Hoy, esta singular coyuntura del resultado electoral, les permite a los opositores dirigentes nacionales, llenarse la boca y engolar la voz para afirmar “ganamos en contra del clima de intimidación y de la represión del gobierno estatal..” lo cual es una soberana exultancia sin mérito alguno; fueron beneficiarios del inconsciente colectivo electoral de la gente de Tepic que salió a votar; y esto es lo que nos confirman las estadísticas, en una elección polarizada, cuando la gente sale a votar, pierde el tricolor.

Es decir, que la voluntad expresada en las urnas, originariamente no es darle el triunfo al candidato opositor, sino mandarle el claro mensaje a la administración en turno, un no estoy de acuerdo con el estado de cosas, del cómo se lleva a cabo este gobierno; lo cual resulta pasmoso, si nos atenemos a lo primario que significa la realidad diseñada por esta administración, desterrar la densidad delincuencial y haber remodelado la ciudad capital con obraspúblicas de trascendencia y singular importancia.

Se impone una clara disyuntiva en el poder; apretar las tuercas y despedir a los responsables, o una reestructuración del gabinete, un rediseño inmediato del aparato político del gobernante, desechar lo que no ha funcionado y fortalecer lo que mejor se tiene; ah! y que no todas las broncas políticas se las eche a sus espaldas Roberto Sandoval.

Contacto.- luisi48@prodigy.net.mx

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Incursiona en géneros periodísticos, hace reportajes e investigación; es abogado, en “La Voz de Nayarit” como analista político. Los avatares del periodismo de opinión lo llevan al extinto “El Nayar”; posteriormente al revivir el diario como “Meridiano” es uno de sus columnistas principales. El gobierno de Celso Delgado y las organizaciones de periodistas le entregan el Premio Estatal de Periodismo 1993 en la modalidad de “Crónica”. Hace treinta y cinco años nace el periódico regional “Avance” y desde entonces es miembro de su página editorial como analista político. Pionero en Nayarit de periodismo en Internet, publica una página en la web “Crónicas del Sexenio”; se muda un par de años a Nuevo Vallarta y publica en los periódicos “Vallarta Opina” y “Nayarit Opina”. De regreso a Tepic incursiona en la Televisión pública como analista político. Establece una Consultoría Jurídica-Política y retoma el espacio en Internet, como periodista de opinión y reportero entrevistador.