LA CARGADA SOBRE COTA

En la recomposición del Pri con la recuperación de la presidencia de la república, pueden y suceden muchas cosas; el diseño del presidente Enrique Peña Nieto, no es el de la “sana distancia” que dijo en su momento Ernesto Zedillo (dicen de su mandato, el primer presidente del Pan) es la construcción de una nueva clase política, con elementos que no tienen el talante, ni la solidez de antaño; hoy, es realmente difícil encontrar al cuadro priísta que no tenga uno o varios notorios flagelos en su persona.

De ahí, que se diga, hoy es el tiempo de los políticos acomodaticios, aunque no tengan el suficiente bagaje intelectual para acreditar oficio, baste ver a los actuales diputados y presidentes municipales del tricolor, acreditaron en su momento electoral, quién son, y qué representan; en el Estado, colgarse de la exitosa marca “Roberto Sandoval” no es señal de éxito en los comicios,

Nayarit tiene un singular escenario político; tanto en el Pri, como el Pan y el Prd, sus crisis internas no las reconocen sus propios protagonistas; es un proceso de entreverar nuevas generaciones de militantes, empero, las dirigencias han permanecido sordos, torpes y ciegos que no ven la realidad social, en dónde ahora existen múltiples voces que los desprecian por sus artilugios para no soltar el poder, por su opacidad y la falta de capacidad para cumplir los fines sustantivos de todo partido político.

Nadie se salva; el ejercicio del poder pasa primero por el patrimonio de un partido político; hoy, han caído en desuso, solo las dirigencias estatales son el instrumento de impulso de candidatos a la hora de los comicios, y de ahí la respuesta a los porqués, el tono y la característica pueril de todas las campañas políticas; es un territorio de mediocracias, cuyos candidatos no logran “prender” el auténtico entusiasmo de los electores.

Desde 1994, con la Ley Salinas, el Estado mexicano reculó en sus compromisos históricos con los campesinos de México, el gobierno no tiene ya  facultades para expropiar y dotar de terrenos a nuevos ejidos o para ampliar los existentes; el ejido y sus poseedores acreditaron su incapacidad para la producción y su mediana eficacia como instrumento electoral; hoy, la confederación nacional campesina, está muy lejos de sus años dorados en los setentas del siglo pasado, es, un verdadero cascarón de los instrumentos del Pri para la movilización electoral.

El hecho de que un político tan acomodaticio, limitado y con su español de 200 palabras, como Manuel Cota, llegue a la dirigencia nacional de este sector del institucional, nos demuestra lo demeritado de su presencia en la dinámica del poder de este nuevo Pri redivivo, que no ata transformarse acorde a las nuevas condiciones sociales, carece de cuadros que respondan a las nuevas generaciones, un verdadero arcaísmo.

Manuel Cota, con un pasado vergonzante en su paso como contable en Pemex, hoy es la figura de muchos desplazados del poder, nostálgicos del aquel viejo Pri que funcionaba como agencia de colocaciones, que se han sumado en la típica cargada frente a lo que entienden en el escenario post electoral, como una sensible disminución de la hegemonía política en la entidad del actual gobernante.

NUEVA SOCIEDAD VIEJOS PARTIDOS

Mucho le deben a la sociedad todos los partidos políticos, la práctica que hoy tienen, choca con la cultura  que hoy impera en todos los estratos de nuestra sociedad, su grave desprestigio es reconocido sobre todo por los nuevos electores, que se transforman en los votos decisivos emitidos por causas compulsivas, y no como debiera de esperarse como una expresión de lealtad partidaria o simpatía ciudadana, estos electores hoy demuestran que la constante es la volátil voluntad electoral.

La otrora “poderosa” CNC tiene una exigua presencia en cuanto al número de legisladores federales y en las entidades federativas; por ahí señalan que tiene un gobernador estatal y algunos diputados de dicho sector; todos los estudios que sociólogos han hecho del Pri y del gobierno que tuvo en su largo milenio coinciden que hoy, en este partido restaurado no tiene los factores de cohesión de antaño, se tienen que construír nuevas reglas y nuevos roles para darles respuestas viables a la sociedad, si es que quieren conservar el poder.

Es el tiempo de la transición, de los lerdos como Manuel Cota, que sin el mínimo perfil de dirigente agrario llega a lo que queda de la central campesina del Pri, un acto de unción de lo más arcaico  que pueda mostrarle a la sociedad este sector del partido en el poder, cuando de manera silente sin aceptarlo siquiera, se desnacionaliza el agro mexicano, con la penetración de Monsanto que impunemente hace y deshace lo que en otros países le han prohibido y cerrado sus puertas; los transgénicos están ya en nuestras mesas.

Y este agro mexicano tiene en la central campesina del partido en el gobierno, a un político digno de este tiempo de miserias, Manuel Cota y su cargada en la entidad, representan de manera genuina el grado mayúsculo de deterioro que pueda alcanzar la política de esta generación en el poder; César Camacho, Manlio Flavio Beltrones, ungiendo a Manuel Cota, en su acompañamiento y respaldo absoluto a las reformas estructurales del presidente Peña Nieto, ¿son mutantes políticos..? ¿han avanzado desde aquel viejo y engorroso nacionalismo revolucionario..?

Podremos tomar en serio a Manuel Cota, cuando nos dé a conocer en su español de 200 palabras, en qué momento se encuentra nuestro sistema político y cuál es el rol de Pri en este proceso de desvincularse de historias e ideologías de tinte revolucionario; hoy, este partido de los torpes, prefieren reformas audaces con el pacto de la derecha y de los irredentos de eso que llaman izquierda, gatopardismo puro.

Ya el Pri no tiene en sus documentos candados ideológicos ni político electorales; se volvieron prácticos y eficentistas, lo importante es la victoria, aunque lleven al legislativo federal verdaderos bultos sociales, como lo representa el nuevo líder de la CNC, que llega con el eufemismo de “candidato de unidad”, híjole si viviera Augusto  Gómez o Víctor Cervera al ver a Manuel Cota en su sitial, de seguro se mueren de inmediato.

Contacto.- luisi48@prodigy.net.mx

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Incursiona en géneros periodísticos, hace reportajes e investigación; es abogado, en “La Voz de Nayarit” como analista político. Los avatares del periodismo de opinión lo llevan al extinto “El Nayar”; posteriormente al revivir el diario como “Meridiano” es uno de sus columnistas principales. El gobierno de Celso Delgado y las organizaciones de periodistas le entregan el Premio Estatal de Periodismo 1993 en la modalidad de “Crónica”. Hace treinta y cinco años nace el periódico regional “Avance” y desde entonces es miembro de su página editorial como analista político. Pionero en Nayarit de periodismo en Internet, publica una página en la web “Crónicas del Sexenio”; se muda un par de años a Nuevo Vallarta y publica en los periódicos “Vallarta Opina” y “Nayarit Opina”. De regreso a Tepic incursiona en la Televisión pública como analista político. Establece una Consultoría Jurídica-Política y retoma el espacio en Internet, como periodista de opinión y reportero entrevistador.