DICTERIOS DEL SUTSEM VERSUS LA PRUDENCIA DE “EL TORO»

Resulta grotesco, y dan pena ajena, el despliegue de la estolidez con que se condujeron las huestes del Sutsem en su marcha para dejar constancia de que siendo sindicalistas, son, gente que tiene la educación y la cultura de los más bajos estratos sociales; ellos, los que dominan sus espacios en las dependencias de los gobiernos estatal y municipal, ellos que han hecho de los recursos públicos un botín inexpucnable, que a nadie le dan cuentas, que su sindicato es sinónimo de eternidad, excepción y exclusividad.

El sindicalismo de los poderes públicos en México, fue inducido desde los propios gobiernos; se trataba de la cooptación e inclusión de trabajadores e incómodos liderazgos, los cuales, pasaron a ser parte del stablishmen esa vulgar estructura; corporativa, de trabajadores uncidos para siempre con el gobernante en turno; y como tales, frente al deterioro de la clase obrera, ellos resultaron ser los beneficiarios de un Estado que no pudo con sus deudas sociales y que, pervive como botín de sus detentadores.

Son los miembros del Sutsem, comodinos y de continuo flojos en el cumplimiento de sus trabajos; ninguna persona que haya tenido que ir a alguna dependencia pública de algún Ayuntamiento o del Gobierno del Estado, puede afirmar que le hayan atendido como se merece, prevalece el comadreo, el chismorreo y la ineficacia mayúscula; ellos fueron los que dieron origen a esa clase de colaboradores de los gobiernos, a quienes se les llama “de confianza”, para realizar algunos de los trabajos que, por sus “logros sindicales” no tienen la capacidad, el entusiasmo ni las ganas de trabajar.

El sindicalismo del que hoy hacen gala, es una práctica obsoleta, arcaica, que tiene no solo el rechazo de los gobernantes, sino de la sociedad en general; con el despliegue de ofensas, medias verdades y exageraciones en sus “logros sindicales” llevando la diatriba a terrenos subjetivos, contra el edil y su familia, han desnaturalizado sus demandas y se exhiben tal cual son, corrientitos e ignorantes del marco legal que vivimos.

Cuando los ediles se juntaron e hicieron el anuncio de su insurgencia en  contra de Agueda y sus despropósitos, la propia dinámica del evento, le dio el liderazgo al Ing. Héctor Gon-Curi, empero, les faltaron capacidades argumentativas y elementos documentales; el lance político fue de antología, pero la ruta jurídica es la más importante y el escriba al desconocer el documento de sus propuestas, no puede hacer prospección al respecto.

El “Toro” ha guardado una loable prudencia y autocontinencia, frente a las respuestas de Agueda y sus huestes; poner en claro que no se privatizan los servicios municipales, es una puntual respuesta; solo que desde fuera del conflicto, los vemos lentos y que actúan en la medida de las acciones de Agueda y el sindicato; no han sido pro activos y es posible que se desperdicie esta espléndida oportunidad de darle verdadera racionalidad a la existencia de este estorbo social; el sindicato y su dirigencia son la parte última de un modelo de relaciones sindicato-gobiernos que se niega irse a las vitrinas de la historia.

¿QUÉ SIGUE..?

Mientras los ediles medio capotearon las consecuencias mediáticas de su rebeldía en contra de las desmesuras del Sutsem, su dirigente se fue a la ciudad de México, habló con los expertos abogados de la federación de sindicatos al servicio de los gobiernos estatales y municipales; los ediles han hecho mutis.

Y pa´cabarla..! dos personajes del poder ejecutivo estatal, el secretario de gobierno y el de finanzas, de manera inopinada e impolítica, declararon a los medios que “no se tienen problema con el sindicato ni con sus trabajadores..” desperdiciando la oportunidad de hacer sinergia con los presidentes municipales. ¿No lo entendieron..?

El golpe mediático y político de los ediles fue de antología; ahora la marcha de los obligados burócratas junto a  sus familiares, pretendió una imagen de fortaleza política y sindical, sin embargo, salvo el folklorismo y zafiedad que exhibieron, no aportaron ninguna novedad en el escenario de la confronta; salvo la exultancia de su poder, el ser un asalariado con privilegios sindicales.

Y es que se ha confundido de manera perversa una realidad jurídica; el arcaico e infuncional Estatuto Jurídico de los Trabajadores al Servicio del Estado y Municipios del Estado de Nayarit, no contempla el cúmulo de “prestaciones” que fueron incrementándose por la condescendencia de cada gobernador, que de manera paulatina llegaron a acumular el inaudito que hoy tiene en sus convenios que se revisan anualmente.

Estos convenios, son eso precisamente, no son contratos Ley ni contrato colectivo de trabajo, el otro frente sindical impulsado en el gobierno de Antonio Echevarría, le sigue disputando algunas dependencias y de facto comparte en el TSJ algunos espacios; de ahí que, la acumulación de “prestaciones especiales o extraordinarias”; y por lo tanto no son de carácter obligatorio para las autoridades; son consensuales y en esta realidad radica el intento de reordenamiento y disminución de tanta desmesura por parte de los alcaldes; pero insisto, a los ediles les falta capacidades argumentativas, frente al Sutsem que tiene la fortaleza para exhibir su provocadora membresía.

El “Toro” conteniendo respuestas ante los dicterios, lleva la delantera en el imaginario de la sociedad….

Contacto: luisi48@prodigy.net.mx

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Incursiona en géneros periodísticos, hace reportajes e investigación; es abogado, en “La Voz de Nayarit” como analista político. Los avatares del periodismo de opinión lo llevan al extinto “El Nayar”; posteriormente al revivir el diario como “Meridiano” es uno de sus columnistas principales. El gobierno de Celso Delgado y las organizaciones de periodistas le entregan el Premio Estatal de Periodismo 1993 en la modalidad de “Crónica”. Hace treinta y cinco años nace el periódico regional “Avance” y desde entonces es miembro de su página editorial como analista político. Pionero en Nayarit de periodismo en Internet, publica una página en la web “Crónicas del Sexenio”; se muda un par de años a Nuevo Vallarta y publica en los periódicos “Vallarta Opina” y “Nayarit Opina”. De regreso a Tepic incursiona en la Televisión pública como analista político. Establece una Consultoría Jurídica-Política y retoma el espacio en Internet, como periodista de opinión y reportero entrevistador.