En la contienda por alcanzar el poder, salvo los perredianos, que siguen sus instintos homicidas para que les vaya mal a sus adversarios, ganen o nó en la contienda electoral; sin embargo, en los viejos y políticos de nuevo cuño, no es usual que los adversarios derrotados permanezcan en el encono y hagan hasta lo indecible para que le vaya mal a quien lo derrotó en las urnas.
Existe la necesaria nobleza de los políticos maduros, sensatos que saben por experiencia que a cada elección se vive aquel paradigmático aforismo que acuñara Carlos Salinas de Gortari “en política no existen victorias totales, ni hay derrotas terminales..” la dinámica de las determinaciones del mandato de los electores, en los últimos lustros nos muestran claros ejemplos de ello.
El ahora diputado presidente, luego de aquella derrota que sufrió en los noventas por la presidencia municipal de Tepic, le dio una dura lección que a la postre le sirvió de una excelente oportunidad para madurar como persona, como político, conoció el acíbar de las traiciones y supo quién era verdaderamente su amigo; hoy es todo un cuadro político de primer nivel en camino ascendente.
Al recién electo senador de la república, Miguel Ángel Navarro, le fue usurpada la presidencia municipal y su primera incursión como candidato a gobernador; las maniobras del sátrapa y con otra legislación posibilitaron el hurto. Sin embargo con la victoria aplastante e indiscutible de Andrés Manuel López Obrador, hoy se erige como un factor real de poder del próximo presidente de la república.
El tabasqueño logró lo indecible con el actual presidente mexicano; Peña Nieto le entregó prácticamente la plaza para planificar su entronización a la altura de sus proyectos; de entre ellos, que remodela de arriba abajo el sistema nacional de participaciones federales en las entidades, está el nombramiento de coordinadores de las secretarías del gabinete federal que tienen que ver con el desarrollo social e inversiones que son prioritarias conforme a los convenios de coordinación que se tienen suscritos.
Es pues en este contexto, difícil y asfixiante políticamente para Toño, gobernador de los nayaritas, que además en su entorno particular enfrenta una crisis de credibilidad al haberse agotado su bono democrático y de legitimidad indiscutible que obtuvo en las anteriores elecciones locales, merced a la desastrosa actuación de muchos de sus secretarios; y además con la debacle de su candidato panista presidencial que dejó hecho trizas su partido, su circunstancia con el triunfo de Morena no podría ser peor.
Y precisamente en esta incómoda situación, es cuando los hombres públicos pueden dar muestra de la pasta de que están hechos; hacer política, “mucha política” es la tarea y recientemente en las dos últimas semanas lo está operando, venturosamente a Toño Echevarría García se le aclara el panorama para la adecuada prosecusión de su gobierno; lo cual desde este espacio lo destacamos.
En breve se conocerán sus logros; serán indiscutibles, tirios y troyanos se verán conminados a reconocerlo…
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