En la aparente condición irresoluble que se contempla en el actual contexto de luchas internas en la Universidad Autónoma de Nayarit, aunado al inopinado accionar del Auditor Superior del Estado, habiendo iniciado un procedimiento judicial, sin agotar los términos que pudiesen acreditar procederes que son resarcitorios; pues pese a ello, al parecer en las oficinas central de la SEP, aparece una luz, al final del lúgubre túnel al que metieron a la universidad de todos los nayaritas.
Lo que no le han permitido accionar al rector Jorge Ignacio Peña, la autoridad federal, en breve determinará varias “recomendaciones” para iniciar el cruento proceso de recomposición financiera de la UAN.
Es una especie de “traje a la medida” que le están diseñando, y en cuyo proceso de operación se verán afectados los inamovibles –hasta ahora- intereses corporativos de los dos sindicatos, el del personal académico y el de los trabajadores.
Ahora que convocan para la sesión del concejo general universitario, en su agenda prevista tienen serios y trascendentes asuntos que aprobar, una parte de la remodelación administrativa, financiera y de auditoría interna; hemos de ver este viernes de cual cuero salen más correas, y si ya permeó en los universitarios el conocimiento de la real condición en que se encuentra la máxima casa de estudios.
De ser así, el rector Peña, tendrá mejores elementos para seguir negociando exitosamente la difícil ruta a la cual se ha visto conminado seguir, con altos grados de dificultad por tanto frente abierto que tiene en el campus, y la incomprensión de los docentes privilegiados que han demostrado hasta la fecha su falta de compromiso a la UAN, negándose a asumir los nuevos roles que impone su crítica condición financiera.
Se han visto casos inauditos de la gandallez con que se han conducido algunos “docentes” privilegiados; hace unos días, en una unidad académica se apareció uno de estos sinvergüenzas, hacía once años ¡ONCE AÑOS! que no se paraba, nadie de los actuales lo conocía, todo este lapso de cobrar sin trabajar con sueldos de excepción.
Estas muestras de hijez de la chingada con que se conducen estos tipejos que no merecen llamarse docentes universitarios, son el oprobio y la muestra palmaria de que la UAN debe cambiar radicalmente su estructura de gobierno interna.
No es grata la tarea, y al atajo de gandules que se siguen beneficiando con sus enclaves de poder, no les deben pedir permiso para desterrarlos de una vez y para siempre de la universidad.
Hay en el rector mesurado optimismo, esperemos las resultas de la sesión del concejo general este fin de semana…
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