Una de las asignaturas que tiene aún que acreditar el gobernador Toño Echevarría García ante la sociedad, los medios y en general a la opinión pública es, la veracidad, puntualidad y pulcritud de su obligación de mantener informados de todos y cada uno de los acontecimientos que se suceden al interior de la administración pública.
Decir –por ejemplo- que no le tiembla la mano para hacer los cambios que le son inherentes en su gabinete legal y ampliado, merced a las terribles consecuencias de lo que se ha dejado de hacer y de lo mal que se ha hecho en asuntos de toral importancia para la política pública deseable de esta administración, en la ahora terrible circunstancia de haberse quedado huérfano políticamente, en relación al triunfo del mesías de Morena y la defenestración de Ricardo Anaya.
El joven Echevarría, le puso todas las canicas a su proyecto, cuando los gobernadores panistas publicaron el desplego previo a la elección del 1 de julio, para señalar implícito un deslinde al inminente derrotado candidato panista, nuestro gobernador no se adhirió a tal manifiesto, dicen que “por lealtad”; empero hubo otra oportunidad de ubicarse en la cresta de la ola panista e igual, hizo mutis.
Esta circunstancia se imbrica como un corolario de lo que ha venido sucediendo desde hace un par de meses, los reacomodos dolientes al interior de su gabinete; sabido por los amigos y cercanos colaboradores, la etiología de lo draconiano de los cambios, el asunto es, que no se ha dado a conocer a la opinión pública y queda a la chocarrera interpretación de los medios, nombres y causas de tal condición de desconcierto que prevalece al interior de la administración del poder ejecutivo estatal.
Se dijo que el 2 de julio sería la fecha para hacer los anuncios; sin embargo lo que parecía asunto terminado, al parecer hubo pujas internas que trajo como consecuencia que el empoderado secretario general de gobierno, finalmente no deja su puesto.
Se filtran trascendidos; el secretario de planeación se va a la secretaría de administración y finanzas, y su titular se va a la que deja aquél.
El director del Cereso se va a la Secretaría de Seguridad Pública, cuyo titular lo más trascendente que ha hecho es acumular horas de vuelo en el helicóptero que tiene rentado el gobierno estatal para ya obtener su licencia de piloto comercial.
Que el benjamín de la dinastía es ahora el administrador de Casa de Gobierno y en su lugar ha llegado un excelente Abogado y mejor operador político.
A los anuncios de los cambios de algunas dependencias, los observadores se siguen interrogando, porqué el eje de toda política pública y la reestructura completa del gabinete, no se ha dado a conocer…?
CRISIS FASTA NO NEFASTA
Si es veraz tales trascendidos, el gobernador y su empoderado secretario general, tiene la espléndida oportunidad de convertir en fasta esta crisis de múltiples causas y aprovechar la dinámica de fuerzas en la contienda, para recomponer de manera ejecutiva y nada sectaria el nuevo rostro de un gobierno que sigue ayuno de una adecuada comunicación política.
Los viejos adagios nos lo dicen, es de humanos errar, pero de sabios rectificar; en el actual escenario ante las consecuencias mediatas de lo que se anuncia será un sexenio presidencial que va a sacudir en fea forma el sistema político y administrativo al que estábamos acostumbrados, Toño Echevarría requiere de un gabinete que responda rápido y bien a la dinámica de cambios que se anuncia.
No deberá tener desdoro alguno al hacerlo, el hombre público, de responsabilidades históricas ante la sociedad, se gradúa en cada instancia de conflicto, con la mejor respuesta ante las emergencias que desdibujan proyectos y escenarios; y si su empoderado amigo ya se percató, no debe existir óbice para dar las mejores respuestas; sí urge la reestructura del gabinete, pero es aún más importante la compactación de sus perfiles políticos y potenciar su capacidad de interlocución con el próximo gobierno federal que encabezará Amlo.
Y en este inter, deberán encontrar el interlocutor válido con el próximo presidente de la república, y ya debieron percatarse cuál será el modelo que implementará la próxima administración del gobierno federal.
No está en braille encontrar el hilo conductor de tales adecuaciones político administrativas…, cuestión de decisiones; con algo de seso y güevos…
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