Saliendo del banco, en la intersección de las avenidas Insurgentes y Jacarandas, me quedo unos minutos para ver la operación del equipo de propaganda sónica, banderas del Pan, y etiquetas #TQC Polo, ésta última me pregunto si todos aquellos usuarios de twitter conocen los “hatchtac´s”, empero, ¿el ciudadano de a pié..? lo ignoro, no tengo los datos sobre los usuarios de twitter en la ciudad capital, y reparo en la música de cumbia que instrumentaron como jingle para la propaganda de Polo y de Ivideliza.
Pero también me fijo en el ánimo que muestran y el lenguaje corporal de las chicas que con las banderas y los pendones con las etiquetas, se posan frente a los automovilistas que esperan el siga del semáforo; perdón, pero no son agraciadas a la hora de bailar el sonsonete cuya letra, para armonizarla con la propuesta de Ivideliza se tomaron demasiadas licencias literarias, y algo que se nota, las playeras azules que usan se ven ajadas y un tanto deseaseadas.
De pena ajena, sin duda, y esta es una de las vertientes de difícil concreción; en una sociedad tan intercomunicada como la nuestra, en donde el dominio del duopolio televisivo es apabullante en la clase media y baja de nuestra sociedad, este tipo de argucias de propaganda electoral, pueden ser eficaces si están bien elaboradas y mejor presentadas, sin escenografía de los voluntarios, si cada cual baila como Dios le da a entender, deduzco que no han reparado los candidatos en la eficacia de este tipo de promocionales.
Los jingles, son pequeñas piezas musicales que transmiten un mensaje, como muchos otros artilugios del marketing actual, éstos nacieron de la publicidad comercial norteamericana que los produjo en el siglo pasado en los años veinte; y como tal, es una herramienta muy socorrida para publicitar con una música pegadiza, el nombre de un producto comercial y ahora, los nombres de los candidatos electorales.
Ya en el territorio de la estrategias electorales, el jingle se ha deformado, ahora, se toman piezas musicales de éxito, pegadoras, para instrumentarlas como jingle de promoción electoral, para que realmente sean eficaces deben tener estas características: persuasivos, porque la música que acompaña a mensaje, debe estar acoplado a su ritmo y así, el destinatario del mensaje no pueda dejar de escucharlo; facilitador del recuerdo, teniendo armonía repetitiva y un mensaje corto, se logra que el cerebro del futuro elector procese tal información y la recuerde de manera sencilla.
Debe crear lazos afectivos; el público que escucha –futuro votante- se aprende y reproduce los jingles si éstos aportan un mensaje positivo. La cumbia de Polo e Ivideliza, narran una historia demasiado larga e inverosímil para ser recordada; este tipo de acciones de propaganda electoral, buscan a un elector difuso, se entiende que sean mensajes testimoniales de la existencia de tales candidatos, no me percaté si cerraban el círculo nemotécnico con el correspondiente tríptico.
REBAJA DE SALARIOS EN EL AYUNTAMIENTO
Por su parte, la fórmula del Pri que encabeza Roy Gómez y Jocelyn Fernández al Ayuntamiento de Tepic, en conferencia de prensa anuncian que, de ganar las elecciones el presidente municipal, la síndico, los regidores y los funcionarios de primer nivel, se rebajarán el sueldo en diversos porcentajes para constituir en un año, un fondo de 50 millones de pesos, que serán destinados a la promoción de programas de empleo temporal; suena bién, empero, la incredulidad social de la medida lo pone en tela de duda.
Y es natural el escepticismo, porque este tipo de promesas de campaña, han sido utilizadas por candidatos de todo partido, y la gente no recuerda si se cumplieron tal cual se comprometieron; ignoro si este tipo de promesas son del tipo que el candidato Peña Nieto hizo para gobernador o en su reciente campaña presidencial.
Me llama la atención la simpleza de la oferta electoral; no hay consideraciones de tipo estadístico o información de los programas de Sedesol que se apliquen en la ciudad capital para el combate de la pobreza y del desempleo, el Fondo para la infraestructura social, el FIS, tiene disfunciones de aplicación en Tepic, por ahí andábamos explorando con Orlando Jiménez, una nueva fórmula de aplicación de este tipo de recurso.
Se trabajaba sobre un parámetro diferente a los que tiene Sedesol para la medición del índice de desarrollo social IDS; y aplicar novedosos métodos para la operación del FIS en la ciudad capital, nada más que al joven secretario, otro secretario del gabinete estatal Vicente Romero, le metió fea zancadilla y echó al traste el esfuerzo realizado, quedando colgado de la brocha el equipo que trabajada en ello.
Si al anuncio de la rebaja futura de sueldo, hubiera existido un previo análisis de la pobreza patrimonial que existe en Tepic, ignoro si saben que el mayor crecimiento de esta pobreza según las mediciones del Inegi, en Nayarit, se dio aquí, con un incremento notorio, son ya 95 mil personas en pobreza patrimonial, polígonos de pobreza marginal en la zona periférica de la capital, sin que el municipio de Tepic, tenga los recursos que Sedesol destina para estos problemas de pobreza, ¡porque las mediciones que tiene no lo contempla..!
Porque Tepic, como ciudad capital, tiene otros indicadores que –absurdamente- no son tomados en cuenta a la hora de la distribución de este tipo de recursos federales; si Roy Gómez y jóvenes que le acompañan, ignoran estos datos, entonces carecen de eficacia sus promesas de campaña, se pueden tomar como simples ocurrencias de difícil concreción. Información documental es la necesaria compañía en este tipo de promesas, y obvio, el impacto en el futuro elector es de mayor eficacia.
Todo lo anterior nos indica, que, hace falta trabajo de escritorio, y las acciones que se ven en los partidos que están en la contienda por los votos, alianzas formales y figuras fallidas tienen que acreditar mayor talento y eficacia en sus afanes de proselitismo electoral, y no repetir formas arcaicas cuya eficacia es nula y que pueden tener un efecto refractario en el inconsciente colectivo electoral, a dónde deben impactar. Digo…
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