Recuerdo que a mediados de los años setentas en el siglo pasado, el poder judicial tenía unos cuantos juzgados de primera instancia y una sala mixta de apelación; el Edificio Fenelón albergó su presidencia en un tiempo, junto a un juzgado civil.
En la planta baja de Palacio en el ala norte estaban algunos juzgados, junto a la oficina del Procurador de Justicia; posteriormente se rentó un edificio por la calle de Amado Nervo, antes de llegar a la calle de Querétaro, ahí albergaron a juzgados civiles, se anduvo pues, de la seca a la meca, hasta que un conocido personaje, cercano al gobernador Roberto Gómez Reyes, le vendió al gobierno el edificio de la avenida México en las inmediaciones de la avenida Ejército Nacional.
El gobierno del Coronel Rogelio Flores Curiel, ahí levantó la sede del poder judicial, que ocupó su presidente Pedro Ponce de León.
En este mismo edificio, se albergó a juzgados civiles, luego creada la jurisdicción mercantil y tenía un pequeño auditorio en una especie de sótano; al crecer la demanda de servicios de procuración y administración de justicia, Don Emilio “eme” González, y el tribuno Celso Delgado cada cual hizo lo propio para dotarle de edificios rentados a los juzgados de primera instancia de los ramos, civil, familiar y mercantiles.
Los juzgados penales, fueron creciendo en la zona aledaña al Centro de Rehabilitación Social “Venustiano Carranza”.
Es la administración de Rigoberto Ochoa, se construye el actual edificio sede del poder judicial en la calle de Zacatecas casi esquina con avenida Juárez, y luego ante la demanda de servicios, se rentan dos edificios, uno para los juzgados civiles sito enfrente del edificio sede y para los familiares y mercantiles ubicado en la prolongación de la avenida México.
En la renta de estos dos edificios, el poder judicial, paga más de cien mil pesos mensuales..!
Ambos edificios, son absolutamente infuncionales, puesto que no fueron diseñados ex profeso para las funciones de administrar justicia; es una verdadera monserga para las mujeres mayores o con dificultades de movilidad que acudan a los familiares; y de continuo el elevador no funciona; en varias ocasiones, en temporada de lluvias, se ha inundado el juzgado tercero de la familiar.
EL PRECIO DE LA MENDINGUEZ GUBERNAMENTAL
Se lo he dicho a varios gobernadores, y a varios magistrados que han fungido como presidentes del Tribunal Superior de Justicia; es indignante la visión que tienen sobre el poder judicial a la hora de distribuir el presupuesto de egresos de los poderes; desde hace lustros que se reclama una solución que sea terminal, se impone la construcción de un grande edificio que albergue a todos los juzgados y prevea su futuro crecimiento.
Con la vigencia de la oralidad mercantil y el nuevo sistema de justicia penal, los centros de justicia regional ya están resolviendo las demandas de proporcionarle sitios dignos para su ejercicio.
Es absolutamente incómodo llevar a cabo las audiencias, llámese civiles o familiares, en los estrechos espacios de las secretarías de acuerdos, es una verdadera afrenta a los derechos humanos de los justiciables la forma en que se aplica el derecho en sus casos judiciales; la renta de edificios, sin duda han sigo negocio no solo para los dueños de edificios, también por ahí queda el velo de la sospecha en la actitud que asumieron en su momento cada magistrado presidente.
Bueno sería preguntarles del tema a José Luis Béjar, a Fidel Montoya, Elvia Aldara, Élfego, Rubén, José Luis y Pedro Antonio.
Hoy, con la magistratura de Ismael González Parra, el poder judicial ha tomado el toro por los cuernos y se apresta a rentar un solo edificio para que albergue a todos los juzgados civiles, mercantiles y familiares de primera instancia, que sea funcional para la naturaleza de sus delicadas funciones que llevan a cabo, jueces y secretarios con Abogados litigantes y justiciables.
En breve se dará a conocer su domicilio, están negociando precio de la renta y las necesarias adecuaciones.
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