Para el candidato del PRI, Manuel Cota, el escenario de la operación de la campaña en tierra, al parecer se le empieza a componer; luego de la incómoda situación en que lo dejaron, con la nominación de los candidatos a ediles, regidores y diputados, cuya progenie no le corresponde a su corriente dentro del institucional.
Inopinados fueron los resultados inmediatos; y al parecer ocurre un fenómeno singular, el ejército de tierra, ese poderoso instrumento de acción electoral con que cuenta el tricolor está funcionando, sin importarles poco o mucho la experiencia o movilidad que tengan los 400 operadores que tiene el gobernante y que luego de basificar a muchos de ellos en varias dependencias gubernamentales, lo ha mandado a cumplir con el propósito de hacer ganar a sus candidatos menores.
El candidato mayor, tiene ya su propio nicho y la base militante, los nuevos y viejos electores, le han confiado su preferencia electoral; en el municipio de Santiago Ixcuintla puede que a la hora de los votos, se dé el ejercicio de un voto diferenciado, la base militante votará por Manuel Cota, los otros candidatos tienen una suerte incierta.
En Compostela, de manera paulatina los candidatos menores van levantando, pero la figura de Manuel ya está consolidada; lo mismo sucede en Ixtlán del Río, con el añadido de que el candidato Hugo Villagrán, un auténtico pelafustán, político de nuevo cuño, nadie lo conoce y acompañando al candidato a gobernador, apenas los electores lo ven preguntando “¿y ése cabrón, quién es..?”.
La capital del Estado, está el voto duro del tricolor, ya alineado a favor de Cota, con la singularidad de que Saldate, candidato a presidente municipal, apenas puede acreditar el mínimo de la militancia, frente a la pluralidad de los nominados a esta posición. Sin embargo, los focos amarillos están encendidos en Bahía de Banderas, donde el príismo está en déficit; merced a la inexperiencia y novatez de Héctor Santana que no ha logrado dar el estirón como un candidato rentable.
Manuel Cota, se ha metido ya dos veces en la comunidad de Valle Dorado, en dónde habitan cerca de 30 mil votos, y que antes no había secciones electorales, su pobladores, en su mayoría son gente de fuera de la entidad ahí avencindados, de una cultura diferente, y que trabajan en los hoteles de lujo o en Puerto Vallarta, y cuya tendencia partidaria no era afín al revolucionario; apolíticos o anti sistema son su característica; el candidato tricolor, está logrando lo impensado ahí; ya amarra los votos necesarios para obtener la victoria en estas secciones electorales.
LOS OPERADORES DE TIERRA
En el PRI, tienen una larga tradición de saber promover el voto a la hora buena de ir a las urnas; la simpleza de la operación que hicieron las gentes de Sandoval, hace tres años en el municipio de Tepic, les impidió vislumbrar el hecho contundente que dentro de sus fidelizados estaba el huevo de la traición, les dieron el “voto del odio”, estridente e impensado, por el solo hecho de joderse al candidato del gobernador, le dieron la espalda en la urna, pese a haber recibido el estipendio electoral que acostumbra usar el método Sandoval.
Ahora, con la obligación concertada de tener que hacer ganar a Cota, están en aprietos, no saben cómo distinguir de sus beneficiarios de los programas asistenciales, quiénes fueron los que a la hora de los votos le dieron la contra; ¿serán capaces de saber distinguirlos..? es de dudarse, dado el pragmatismo y la ausencia de ingenio o experiencia que tienen en estas lides.
Este es el problema de operación con el cual se está enfrentando el equipo del grandote candidato, que las acciones de proselitismo con el ejército de tierra que ya tiene implementado Armando Vélez y Enrique Díaz, actúe sin interferencias de las huestes de Roberto que siguen sin obedecer las señales, hacer labor por el candidato a gobernador.
Una operación la mar de difícil; y para mañana, el debate; veremos que han logrado hacer con las locuciones y el lenguaje no verbal de Manuel Cota, los genios de comité nacional, responsables de estos menesteres…
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