LA UAN Y SU FUNCIÓN SOCIAL ACTUAL

Las universidades públicas son las instituciones que sustentan parte del Estado mexicano, cuando nos referimos a sus encomiendas y responsabilidades, resulta imperioso tomar en cuenta las trasformaciones del Estado y la sociedad durante el siglo XX, ya que sobre estas instituciones recae la responsabilidad de formar profesionistas que dinamicen, comprendan y transformen a toda la sociedad.

Se les tiene como las entidades que deben producir y extender el conocimiento además de perpetuar la cultura; ante una tarea de estas magnitudes, la universidad  pública ha tenido que transformarse, con el fin de alcanzar los objetivos por los cuales ésta es concebida.

En el caso de nuestra máxima casa de estudios, la UAN, consideramos que es deber de la comunidad universitaria preguntarse ¿hasta qué punto la universidad de todos los nayaritas ha sido correspondiente con las necesidades reales de la sociedad nayarita y hasta dónde se ha adecuado a las políticas públicas del Estado?

El rectorado del contador Juan López Salazar, ha cumplido de manera eficaz, uno de los roles más importantes, los equilibrios internos, la garantía de un espacio de deliberación y entendimientos sobre los intereses controvertidos de los sectores que integran a la UAN; queda entonces el qué y el cómo expresan sus logros ante la sociedad y de qué manera pretenden incidir en los procesos económicos de nuestra planta productiva.

Las universidades públicas per se y por lo que esperan los ciudadanos que con sus impuestos contribuyen a su sostenimiento, están ligadas a principios como el enriquecimiento de la cultura y la exaltación de los valores humanos, a través de la conquista de la ciencia y el uso de ella en beneficio del hombre, en todos los aspectos de la vida, pues el conocimiento que se gesta en su interior es de carácter universal.

Esto es el sustento de la tradición humanista que al menos en el discurso, deben seguir formando parte de los principios constitutivos de las universidades,  la universidad sigue siendo considerada como un factor de desarrollo en la sociedad de la que emerge, debido a que sus integrantes, estudiantes y académicos, han contribuido al progreso de la ciencia, la transformación cultural y la evolución de los pueblos.

¿Y CÓMO SE VEN LOS LIDERAZGOS..?

Estos son, ahora, los paradigmas de la universidad pública, y habremos de preguntarnos, en esta coyuntura del fin de un ciclo escolar más, en el necesario análisis que la comunidad de la UAN debería de hacerse, ¿en qué medida las acciones intra muros y extramuros del campus, se han estado prosiguiendo estos principios que son generalmente admitidos por la sociedad y el Estado..?

Siguen los sindicatos en sus luchas cortoplacistas y el agandalle de puestos y beneficios; esos viejos catedráticos que se niegan a jubilarse, que ahí están enquistados en las unidades académicas, que no trabajan ni dejan trabajar a la nueva generación de docentes que tienen otra mística de servicio en la formación de los profesionales que demanda la entidad.

Los feuanos, ya están dando el triste y lamentable espectáculo de estar de rijosos entre sí, por la titularidad de lo que consideran suyo, ese destino manifiesto que, desde el próximo rector, según ellos, la UAN ya les pertenece; ante la anticipada y delirante lucha por la rectoría, dentro de varias facultades se gesta un movimiento de docentes, que han visualizado un tétrico panorama llegado el caso de que en el proceso sucesorio, los feuanos y ahora directores y funcionarios, pretendan dar el albazo, marginando a otras voces igual o más de legítimas que pueden incidir en la sucesión.

En la unidad de derecho, al parecer el grueso de los docentes no están apoyando las ansias de protagonismo de Lomelí Payán, y en las reuniones informales que al efecto se han llevado a cabo, apareció el nombre del respetado abogado y catedrático Juan Antonio Echeagaray Becerra, un profesionista que goza de reconocimientos merced a su prestigio personal y bonhomía, no tan solo en el campus, sino en el tejido social y en los órdenes de gobierno que lo ven con respeto.

La UAN y los dirigentes de los sectores, tienen en el futuro inmediato varias materias que aprobar, ponerse de acuerdo y llevar a cabo un suceso sucesorio con urbanidad y talento, sin olvidar el quid de las funciones sustantivas de la universidad de cara a la sociedad; el factor Juan López Salazar, le seguirá dando legitimidad a todo el proceso.

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Incursiona en géneros periodísticos, hace reportajes e investigación; es abogado, en “La Voz de Nayarit” como analista político. Los avatares del periodismo de opinión lo llevan al extinto “El Nayar”; posteriormente al revivir el diario como “Meridiano” es uno de sus columnistas principales. El gobierno de Celso Delgado y las organizaciones de periodistas le entregan el Premio Estatal de Periodismo 1993 en la modalidad de “Crónica”. Hace treinta y cinco años nace el periódico regional “Avance” y desde entonces es miembro de su página editorial como analista político. Pionero en Nayarit de periodismo en Internet, publica una página en la web “Crónicas del Sexenio”; se muda un par de años a Nuevo Vallarta y publica en los periódicos “Vallarta Opina” y “Nayarit Opina”. De regreso a Tepic incursiona en la Televisión pública como analista político. Establece una Consultoría Jurídica-Política y retoma el espacio en Internet, como periodista de opinión y reportero entrevistador.