En una sociedad como la nuestra, con una ciudadanía en su mayoría que sigue la tendencia de la manada urbana, pocas serán las cuestiones que alteren o modifiquen los proyectos de reproducción del poder, que desde casa de gobierno -donde despacha el referente político de la entidad- se han perfilado, las turbulencias se inician en el territorio del legislativo, de los secretarios del gabinete estatal y en el Cde del Pri.
Y poco o nada en los organismos cúpula de los empresarios, salvo aquellos que dejaron sus reductos apartidistas para ser alfombra del gobernante; se pueden generar problemas que deben ser corregidos en el inicio del periodo electoral; aquellos que se sientan con ganas, respaldo, tiempo y dinero, deben salir del cobijo gubernamental y entrar al escenario de la contienda pre electoral, a las primarias del partido en el poder, que determinaron la nominación de sus candidatos será por asamblea de delegados.
El gobierno de Roberto Sandoval ha construido un espléndido escenario para el arranque de las pre y campañas del próximo mes de julio, las elecciones constitucionales son parte del acontecer de nuestro sistema, empero, ya no desestabilizan la marcha ni de la sociedad, ni del gobierno. Sólo en los estratos medios y pobres de la gente de Nayarit, se avivan los intereses para protagonizar las acciones de pedigüeñismo extremo, profesionales de la pobreza que hacen de las campañas su modus vivendi.
“Desde que se inventaron las encuestas, se acabaron las sorpresas electorales..” por ahí un viejo cuadro del Pri lo acuñó; así que hoy para medir el nivel de los pretensos a candidatos, su fortaleza en la intención del voto, y las percepciones de los sentimientos del electorado sobre su familia, el presente y el futuro, es su majestad la encuesta quien se encuentra ya de plácemes y en ejercicio demoscópico para darle al jefe que palomea las asignaciones de candidaturas, los mejores elementos de discernimiento para aquellos que serán ungidos y que se adecúan al proyecto político.
El diseño de una campaña no es al azar, y menos como algunos lo entienden ahora, no es un proceso intuitivo; es todo un proceso técnico, que se desarrolla con evidencias concretas, con experiencias amargas y agridulces, y sobre todo con la capacidad del estratega o diseñador de las campañas, que puede señalar con crudeza quiénes pueden ser viables, candidatos con efectivos rendimientos electorales.
Sobre todo, la praxis política determina que es menester entender la realidad política tal cual es, no como el pre candidato quiere que sea…, en política electoral no hay imperativos categóricos…
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