Excelente la propuesta de Sergio González Berecochea, de instituír un reconocimiento de este sindicato de patrones que es la Conferación patronal mexicana, delegación Nayarit, a empresarios cuya existencia, derroteros y acciones signifiquen un normatipo social a seguir; llevando el nombre de Enrique Echevarría Domínguez, y por ser la primera vez de su entrega, se le distingue al otrora famoso “Peludo” con esta presea que le otorgan sus pares.
Enrique, -nuestro viejo conocido- durante su proceso formativo se caracterizó por la reciedumbre de sus perfiles, en ocasiones sus definiciones eran más contundentes que las de su hermano mayor, Antonio, que salió del grupo empresarial en ciernes para irse de tesorero de la UAN, de los gobiernos de Rogelio Flores y Emilio “eme” González; y a la postre gobernar la entidad.
Hoy quienes participaron en esta ceremonia se les hizo de tripas el corazón, por la emotividad del acto; apreciar el flagelo que su extraña enfermedad le ha dejado en la persona del “Peludo” impacta al más pintado; Martha Aldrete que de dolores familiares sabe mucho, su hijo Enrique, hicieron el dignísimo papel de llevarlo a la ceremonia sin perder un ápice el decoro ni la calidez que le prodigan a Enrique.
Por su talante, su recia personalidad, el nombre de Enrique Echevarría Domínguez sin desdoro alguno puede con justeza llevar su nombre la presea de reconocimiento que impuso la Coparmex de Nayarit; así se lo reconocieron sus pares, aquellos que lo vieron crecer como empresario, como hombre de familia, como padre amoroso, como amigo, como hijo y hermano ejemplar. Resaltamos la serena intervención de Enrique Echevarría Aldrete, quién en nombre de su padre, expresó el responso familiar para con sus amigos de la Coparmex
Los ahí presentes anduvieron en sintonía sobre la presentación de la presea, del homenaje y su significación para un hombre y su familia que está padeciendo la crudelísima enfermedad que le aqueja; todos…, incluyendo al cimarrón de la familia, Antonio el mayor.
ANTONIO…, SIEMPRE ANTONIO
Quién en su alocución hizo sentidos recuerdos familiares, ese “hermano querido…” con emoción salió imo in pectore; como siempre narra, engarza tiempos e historias suyas, en los recuerdos filiales de sus padres, don Antonio y doña Blanca, puso la nota emotiva al describir a Enrique y de ambos la formación moral que les impusieron sus progenitores.
Sin embargo, fiel a su estilo, Antonio como no queriendo, se refirió a personajes idos de la política mexicana, al ícono del nacionalismo despilfarrador, y al señalar su lugar de residencia, -Luis Echeverría Alvarez- dijo una impertinencia de que había ido a San Jerónimo a negociar la candidatura de su hijo Antonio “quién va a ser gobernador, para que no se asusten…, con recursos propios…” y luego la condena política al sátrapa de la mololoa y al actual gobernante, que según se aprecia por esta expresión, es falso que tengan concordatos políticos.
En los dirigentes y organizadores, quedó la sensación de que tal anuncio no era propio para el momento en que se encontraban los empresarios ahí reunidos; Antonio, tiene capacidad de convocatoria, y era innecesaria esta anunciación en este foro; ahora los medios que andan a caza de la nota del día, tienen en la expresión del ex gobernador Echevarría una pieza más, en ese intrincado rompecabezas que es la ilusión de que Antonio Echevarría García será gobernador de Nayarit.
Al escriba se lo han preguntado en varias ocasiones, y hemos dicho, sí, es posible que sea candidato a gobernador por alguno de los partidos “de oposición” al Pri; pero Antonio el hijo, pudiese ser gobernante de la entidad, no en cuatro o diez años, quizás en dieciséis, si se desprende de ese perfil desdeñoso que tiene y se prepara para ser una persona socialmente necesaria; hoy, pues Toño es un buen charro.
El colofón del evento que nos ocupa en esta nota, es la felicitación para el “Checo” González Berecochea, enhorabuena por el homenaje al “Peludo” Enrique Echevarría Domínguez, loor al que homenajea como al homenajeado.
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