UN GOBERNADOR SIN PUDORES

  • Impactante despliegue del poder ejecutivo

  • Ceñirse al marco legal con justicialismo

En el análisis del dictum político de Miguel Ángel Navarro como candidato, se esperaba que ya en el ejercicio del poder, quedaran matizadas algunas de las  propuestas que fueron el eje de sus propuestas al gobierno del Estado; sin embargo no solo se han confirmado sino que han sido sorpresivamente elevadas en la más importante de las tareas del ejercicio de gobernar pueblos.

Aplicar la ley, sin pudores, sin distingos, sin favores ni rencores; y este panorama nos evidencia variables no esperadas en el momento de aplicar la hegemonía política con el peculiar estilo que le impone Miguel Ángel; es un asunto de método, existe una serie de normas que regulan el tránsito de un gobierno que fenece al que entra en funciones.

En el área más importante de las tripas del sistema gubernamental, el equipo de entrega se quisieron pasar de vivos en áreas que son fundamentales para conocer el exacto estado de una administración gubernamental; hubo un par de experiencias, en las cuales los responsables de la entrega recepción, se quedaron sin palabras por no poder explicar lo que era claramente explicable, por muchos parches y simulaciones que hicieron, el estado de entrega del gobierno de Nayarit, era un verdadero cochinero.

El gobernante, con ese talante de mesura que en ocasiones suele confundirse con pasividad, dejó que el proceso siguiera su curso y fueron obsequiosos sin hacer las acciones que la ley establece para manifestar criterios encontrados en lo que era evidente, por más que se maquillaran las formas y las cifras, de todo lo informado destilaba pus, corrupción, ejercicio indebido de funciones, contratos simulados, prevaricatos y otras lindezas.

Quedaba el escenario de la urbanidad política que le impuso Miguel Ángel al tránsito gubernamental con Toño Echevarría García; lo que fue confundido por los personajes que, como auténticos pillastres que lo son, festinaron que existía un manto de protección del gobernante saliente para evitar el ejercicio de acciones de resarcimiento o ya de plano punitivas por la serie de delitos cometidos en el ejercicio de su administración.

De la entrega recepción hay materia para litigar un par de años más; darle seguimiento a procedimientos que se llevan al juez penal, es el corolario del todo el proceso que se inicia con los órganos internos de las dependencias y el resultado de las auditorías que hizo la ASEN; salen a la luz las simulaciones, los atracos y las burdas maniobras que acreditan el aprovechamiento ilegítimo de los recursos públicos que los funcionarios hoy imputados tuvieron a cargo.

Dejemos de lado la estulticia de un Enrique Hernández que como Notario Público ya cometió los primeros ilícitos de fedatario; o la estulta cobardía de Jorge Aníbal Montenegro que sigue utilizando la inmoralidad política que le es consustancial a la dinastía del apellido; a los hoy imputados las bondades del nuevo sistema penal de corte acusatorio les permite seguir sus juicios penales en libertad.

Pero el hecho de haber sido imputados y sometidos a juicio penal  Juan Luis Chumacero y a Ricardo Rincón, son muestras claras de que este gobierno no tiene complicidades ocultas con el pasado, dos personajes que fueron epítome del gabinete de Toño Echevarría, -sus íntimos- frívolos, exultantes, cuya miseria moral es ahora descubierta a la luz del pundonor con que actúa Petronilo Díaz Ponce; es la prueba fehaciente de que Miguel Ángel Navarro como gobernante actúa en consecuencia con ese mandato jurado y protestado ante la soberanía popular respetar la carta local y hacer cumplir las leyes que de ella emanan.

No se trata de un silogismo formal de solemnidad en la parafernalia del poder, con este gobernante se trata del ejercicio formal de cumplir con sus potencialidades todos los sustentos por los cuales llegó al poder. Es el despliegue de la hegemonía política, sin pudores ni favores…

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