UAN, SALVANDO LA CRISIS

Las recientes declaraciones del rector, el C.P. Juan López Salazar en el sentido de que en la UAN a su cargo, fueron superadas las condiciones de la crisis económica de fin de año pasado y de inicio de éste; con la información puntual de su origen y operación que recompuso el escenario al interior de los diversos actores que componen la universidad de todos los nayaritas; ya no existe crisis económica y menos crisis académica.

Como siempre, el rector, con ese optimismo que le caracteriza, es subsidiario de los lastres que traen aún ciertos sectores de los sindicatos de catedráticos y de trabajadores; sin embargo, debemos interiorizarnos en el contexto del conocimiento que tiene Juan López en el escenario nacional, para colegir que la UAN tuvo estos contratiempos y fueron resueltos, con la poco o nula solidaridad de sus liderazgos.

México está inmerso en tiempos de cambios económicos y políticos en el escenario nacional que implican que sus universidades públicas se transformen. Los cambios en las universidades se vienen procesando en muchos países. Están impulsados por las expectativas sociales de educación superior, el interés de los gobiernos por su destacado papel en el crecimiento económico y el desarrollo social, por las fuerzas del mercado y por la creación de un nuevo contexto para la educación superior en el mundo.

En el ambiente que priva en la educación del país sigue habiendo la sensación de inercia. No hay avances sustanciales. Entonces, es menester modificar las        relaciones entre la universidad y el gobierno federal, tal que este último impulse, con respeto a la autonomía, los cambios que mejoren la calidad de los procesos y productos institucionales atendiendo a la diversidad del sistema educativo y a las necesidades y problemas sociales que se presentan en cada parte del país.

Uno de los temas más complejos a ser tratados en este momento es la renovación de las universidades, por los resultados de las políticas, por la enorme cantidad de presiones sociales que reciben y la emergencia de nuevos públicos que reclaman ser atendidos por ellas. Y este tema, pareciera que no lo conocen ni exploran los líderes de las organizaciones de la UAN.

En esta tesitura, el punto es cómo sortear algunos retos esenciales. Para cambiar, las políticas y las mismas instituciones deben tener en cuenta qué es cada universidad. También, el marco de las relaciones de la universidad con su entorno social, para que las casas de estudios puedan contribuir a modificarlo. Tal papel se cumple mejor si las ideas de calidad y equidad se ligan a la responsabilidad social de la universidad.

FUNCIÓN SOCIAL DEL CONOCIMIENTO

En Nayarit, la UAN tiene un mundo de oportunidades para poder vincularse con los temas torales del desarrollo social y económico de los nayaritas; no solo es cuestión de que el gobierno estatal sea un facilitador, sino que es posible que la autogestión de las entidades universitarias pueda funcionar mejor en las áreas más sensibles y deprimidas social y económicamente para la extensión universitaria.

La UAN debe contar con políticas de vinculación que respondan a las expectativas de movilidad social y a las exigencias de conocimiento, adecuando la organización universitaria para satisfacer las demandas emergentes con perspectivas de largo plazo.

No más cultura libresca, la función social del conocimiento que se genera en el campus de la UAN, tiene que multiplicarse en la sociedad; los nayaritas están ávidos de nuevas rutas a seguir, quieren abatir mediocridades y gobiernos torpes e insensibles a la naturaleza genuina de las necesidades sociales de la gente.

Se deben instalar nuevos procesos productivos del conocimiento y nuevas formas de vinculación con la sociedad, de lo que trata es que haya un aprovechamiento público y a plenitud de los resultados de la investigación científica que produce la UAN. La vinculación es hoy por hoy uno de los temas ineludibles, en su concepción y en su práctica.

El reto de la UAN, además de recomponer sus estructuras internas, financieras y sindicales, es que deben auxiliar efectivamente al desarrollo económico de nuestro entorno, pero también a su desarrollo cultural. Y por qué nó..? al desarrollo político para salir del secular atraso en que se encuentra el grueso de nuestro electorado.

Contacto.- cronicaslip@gmail.com

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Incursiona en géneros periodísticos, hace reportajes e investigación; es abogado, en “La Voz de Nayarit” como analista político. Los avatares del periodismo de opinión lo llevan al extinto “El Nayar”; posteriormente al revivir el diario como “Meridiano” es uno de sus columnistas principales. El gobierno de Celso Delgado y las organizaciones de periodistas le entregan el Premio Estatal de Periodismo 1993 en la modalidad de “Crónica”. Hace treinta y cinco años nace el periódico regional “Avance” y desde entonces es miembro de su página editorial como analista político. Pionero en Nayarit de periodismo en Internet, publica una página en la web “Crónicas del Sexenio”; se muda un par de años a Nuevo Vallarta y publica en los periódicos “Vallarta Opina” y “Nayarit Opina”. De regreso a Tepic incursiona en la Televisión pública como analista político. Establece una Consultoría Jurídica-Política y retoma el espacio en Internet, como periodista de opinión y reportero entrevistador.