PRESUNTO RESPONSABLE

  • Fernando Medina Miralrío

  • Proceso por contumacia política

La Sala unitaria especializada en materia de responsabilidades administrativas del Tribunal de Justicia Administrativa de Nayarit, a cargo de la magistrada Irma Carmina Cortés Hernández resolvió un recurso que se generó en un proceso en la Dirección Jurídica de la Secretaría para la Honestidad y Buena Gobernanza, del Gobierno del Estado de Nayarit.

Modificó sustancialmente, al resolver el recurso de inconformidad interpuesto por los denunciantes; la falta administrativa cometida por el entonces Sub Secretario General de Gobierno, el letrado Fernando Medina Miralrío, es calificada como grave por el ilícito de desvío de recursos públicos.

Fuera de este resolutivo que tiene la justificación jurídica necesaria, lo que hoy es prudente ponderar la naturaleza del hecho cometido por Fernando, de manera deliberada, casi provocadora, con el agravante de que había sido advertido previamente de no incurrir en tal conducta, que se refiere a que siendo alto funcionario de la Secretaría General, litigaba sus asuntos particulares, utilizando su puesto y, asistiendo como Abogado de una empresa en el desarrollo de una Litis.

Medina Miralrío, es un licenciado en Derecho con experiencia en la administración pública, sabe y conoce las reglas escritas y no escritas de pertenecer a un equipo cercando del gobernante en turno; de ahí que resulta pasmoso e inexplicable el que haya cometido tales hechos que, documentalmente se comprobaron y se califican como ilícitos.

La figura de desvío de recursos públicos, humanos, sin fundamento jurídico, puede parecer polémica a la luz de un racionalismo jurídico estricto; sin embargo ahí está, vigente en el texto legal y debe asumir la consecuencia de sus actos ante la autoridad competente.

Sin embargo, esta circunstancia no es la relevante, como buen Abogado litigante que es, Fernando puede asumir perfectamente su defensa y con un buen equipo de Abogados salir avante con los mecanismos alternativos para terminar el proceso tal como lo establece el CNPP vigente.

Lo indecible es que Medina Miralrío le está jugando al inteligente, emprendiendo desde la semana anterior una inútil y estéril guerra sucia en contra de Juan Antonio Echeagaray, de su hija y de otro Notario público en ejercicio; pretendiendo enlodarlos en un hecho sin fundamento, cuya difusión en redes ha sido intrascendente y sin impacto mediático.

Queda como un fallido político en desgracia que no sabe nada de marketing político para ejercer las miasmas y dicterios que implica una guerra sucia y de desprestigio en contra del Secretario General de Gobierno, quien ha permanecido al margen, desde que se inició el proceso en su contra.

Quiso involucrar al Colegio de Notarios y recibió un olímpico desdén, sus decenas de correos que contenían la “denuncia anónima” no le fueron contestados.

Para quienes conocen al exitoso Abogado de la Cruz de Huanacaxtle, se quedan perplejos ante los hechos fallidos del ahora imputado y presunto responsable del ilícito; a su edad y con la histeria a cuestas, da patadas de ahogado y queda en la picota del ridículo con las fallidas estratagemas que no van a cambiar el sentido del proceso penal que tiene en ciernes.

Y todo por un empecinamiento absurdo que fue francamente provocador; mala muy mala conseja atentar en contra de las instituciones y de la ética política de un gobierno del que formó parte.

De pena ajena, sin duda…

Contacto.- mirtha.palacios@hotmail.com