Así queda el poder político de Morena tras el triunfo en Edomex

Por Surya Palacios / Alto Nivel

Al confirmarse que la próxima gobernadora de la entidad mexiquense será la morenista Delfina Gómez, el mapa político de nuestro país se ha teñido casi por completo de color guinda.

El triunfo de Morena en el Estado de México, la entidad más poblada del país, es la culminación del éxito arrollador del partido que gobierna a nivel federal desde 2018, lo que ubica a esta fuerza política como la dominante en 22 estados, acentuando la debilidad del Partido Acción Nacional (PAN), y disminuyendo -de manera importante- al otrora hegemónico Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Al confirmarse que la próxima gobernadora de la entidad mexiquense será la morenista Delfina Gómez, el mapa político de nuestro país se ha teñido casi por completo de color guinda, pues la oposición a Morena solo está presente en nueve entidades, considerando que el titular del Ejecutivo en San Luis Potosí es del Partido Verde Ecologista, aliado del oficialismo.

Así, con la derrota del PRI en el Estado de México, ese instituto político solo gobernará en dos estados: Coahuila y Durango, en tanto que el PAN mantiene su presencia en Chihuahua, Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro y Yucatán; mientras que Movimiento Ciudadano tiene las gubernaturas de Jalisco y Nuevo León.

En términos territoriales, esto significa que, en tan solo cuatro años y medio, el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador pasó de gobernar 5 entidades, a dominar ahora el 71% de las administraciones estatales.

Estamos ante un crecimiento inédito entre las fuerzas políticas del país, que perfila a Morena como una institución capaz de dejar muy atrás a sus opositores, lo que evidentemente consolida la posibilidad de que repita en la presidencia mexicana en las próximas elecciones de 2024.

Si bien la diferencia entre la abanderada de la Alianza opositora, Alejandra del Moral, con respecto a la candidata morenista triunfante, de manera preliminar es de alrededor de 9 puntos porcentuales, y no de más de 20% como preveían algunas encuestas, lo más importante a observar es el estatus casi testimonial con el que quedan el PRI, el PAN, y por supuesto el Partido de la Revolución Democrática (PRD).

De entrada, este último instituto político está más cerca de perder su registro que de cualquier otro escenario, mientras que Acción Nacional deberá repensar seriamente su estrategia, si quiere conservar los cinco estados que gobierna.

El problema es que, en ese partido, al igual que como ocurre en el PRI, no se reconoce que sus propuestas ya no representan una alternativa para los votantes, independientemente de que haya cierta veracidad en la explicación que ha dado la Alianza opositora sobre su fracaso en el Estado de México.

Según el panista Santiago Creel Miranda, presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, en la entidad mexiquense los comicios del pasado domingo fueron unas elecciones de Estado, en los que “el piso no fue parejo”, debido a la influencia e intervención del presidente López Obrador.

Sin embargo, ese es el mismo argumento que utilizó el candidato de Morena al gobierno de Coahuila, Armando Guadiana, quien perdió ante el abanderado de la oposición, Manolo Jiménez. Según el morenista este último habría contado con el apoyo del gobierno del PRI que actualmente encabeza Miguel Ángel Riquelme.

En realidad, aunque en ambas entidades sí se realizaron algunas operaciones políticas clientelares, incluidas las emprendidas por el gobierno federal, se debe reconocer que la explicación del éxito de Morena en el Estado de México, y en el resto del país, está en la respuesta que ese partido ha dado a los ciudadanos a través de los distintos programas sociales emprendidos en la administración lopezobradorista.

Elecciones Edomex: Conteo rápido del INE da ventaja a Delfina Gómez
Otro elemento a considerar es el lenguaje utilizado por los políticos del oficialismo, mucho más cercano a la población, que el empleado por los líderes opositores. La legalidad, el Estado de Derecho, el respeto a las normas constitucionales, son temas importantes solo para sectores ilustrados, en México el común de los ciudadanos tiene otras preocupaciones a las que -evidentemente- no está respondiendo la oposición.

Si a esta falencia se le agrega el desprestigio de las dirigencias partidistas, y el hecho de que los partidos contrarios a Morena no cuenten con una figura emblemática que pueda competir con los aspirantes del partido en el poder a nivel federal, el resultado es justo la derrota en el Estado de México y muy posiblemente un resultado similar en la elección presidencial del próximo año.