- Intervendrá el Senado de la república para agilizar recursos
- La UAN en el dintel de resolver para siempre sus problemas financieros
- Se impone un reordenamiento del gobierno interior de la universidad
De todas las acciones de proselitismo electoral que en la etapa de pre campañas realizó el abanderado de Morena, Miguel Ángel Navarro Quintero, destaco una por su singularidad, y por tratarse de un asunto político-judicial-financiero-administrativo que tiene enormes consecuencias tanto sociales como políticas; se trata de las deudas impagables de la Universidad Autónoma de Nayarit.
No es un conocimiento común, de hecho durante lustros se manejó con enorme secrecía, desde la figura del rector en turno, los líderes de los docentes y estudiantes, junto con el sempiterno de los trabajadores; que tienen en un puño a los concejales infantiles que integran el Concejo General Universitario.
Este es, el órgano de gobierno de la universidad, cuya más importante función es la de aprobar el presupuesto que ejerce anualmente la universidad mediante las funciones rectorales y dependencias que la integran; hace un poco más de dos lustros, la universidad llegó a un límite, en la SEP, le dijeron con claridad, no vamos a aceptar que se den de alta más de setecientos nuevas plazas.
Que son las que ampliaron los rectores, los sindicatos y la Feuan, que impactó directamente el ejercicio del gasto que de manera lógica y paulatina acumularon cifras de cientos de millones de pesos de deudas; obligaciones incumplidas al SAT, al Infonavit, al Issste.
Así fueron trasladados los adeudos, hasta que sencillamente explotó y de facto quedó en quiebra la UAN, por falta de recursos para cumplir responsabilidades, gasto corriente y pago de deudas.
El actual gobernador, Toño Echevarría en campaña se comprometió generoso con el rector; ya como gobernante, inició algunos apoyos extraordinarios y les pidió que limpiaran su gasto, que no se quedara en manos de los líderes y de los cientos de trabajadores y docentes que tienen dobles o triples plazas o que sencillamente solo cobran y no trabajan.
No le hicieron caso, y todos los posibles arreglos, gestionados por el gobernador y por el actual rector Ignacio Peña, mal se han resuelto, cuando no es una entidad, es la otra la que incumple con la ministración de los dineros para paliar la caótica situación presupuestal que tiene la UAN.
ENTRA AL QUITE NAVARRO QUINTERO
El senador con licencia, Miguel Ángel, que tiene toda la experiencia del mundo en resolver este tipo de desaguisados, que aspira a gobernar el Estado, desde luego que no quiere lidiar con los graves problemas que le serán heredados; deuda pública, desorden financiero al interior del poder ejecutivo, déficit presupuestal del poder judicial y el merequetengue en que ha convertido la conflictiva presupuestal de la Universidad de todos los nayaritas.
Sin que esto trascendiera a medios, desde hace más de un año, Navarro Quintero ha intervenido con sus buenos oficios en presidencia de la república y en la Secretaría de Hacienda, para reordenar el esquema de deuda pública que tiene el gobierno del Estado de Nayarit, que se vio aún más complicado con la desastrosa administración de Juan Luis Chumacero, que la Auditoría Superior de la Federación le fincó algo más de cien abservaciones resarcitorias, en montos de cientos de millones de pesos de la cuenta pública del 2019.
Ya en esta dinámica, el rector Nacho Peña, intervino para que la situación financiera de la UAN, entrara en este paquete de regularizaciones presupuestales.
Ahora como precandidato de Morena, el pugüeño organizó un foro con gente de la UAN y se trajo a la presidente de la comisión de educación del Senado de la República, Antares Guadalupe Vázquez Alatorre, con la finalidad específica de comprometerse “para resolver la crisis financiera que tiene en caos, deudas e incumplimientos a la Universidad de los nayaritas”.
Y claro, como estamos en campaña, la convocatoria de Miguel Ángel tuvo una generosa respuesta de los senadores, y se comprometió en agilizar recursos para solventar los problemas ingentes de la UAN.
Y aquí es dónde el cronista pone énfasis, la generosidad del abanderado de Morena se expresó, no hubo ningún pedimento o condicionamiento a cambio, para que la situación interna de la UAN cambie y se regularice, porque si prosigue el actual modelo, es un pozo sin fondo y no habrá ningún apoyo millonario que pueda resolver de una vez y para siempre el grave déficit presupuestal que ya es endémico en las finanzas de la universidad.
Hoy, la conflictiva de la UAN tiene varios matices, no solo presupuestales, sino judiciales y desde luego políticos; el gobierno del Estado, tarde pero ya inició la judicialización de las causas penales que se derivan de los latrocinios cometidos en este centro de estudios, que ha sido pasto de liderazgos espúreos que han ejercido su poder patrimonialista.
Y esta grave crisis –lo dice el cronista- que se aprecia nefasta, puede convertirse en una crisis fasta, para que el saneamiento de la UAN se lleve a cabo de manera integral, realizando lo que todo mundo sabe, una nueva Ley orgánica, que establezca un nuevo orden de gobierno interior, y desaparezcan las facultades que tiene el CGU, para cortarles las uñas a los sindicatos y a la FEUAN.
Una universidad como la nuestra, debe tener un nuevo modelo de gobierno interior, que desaparezcan los enclaves caciquiles y sea administrada por docentes y universitarios investigadores, comprometidos con la excelencia académica.
Es mucho pedir, pero ya metió Miguel Ángel Navarro en su alforja de problemas que atender, la grave conflictiva de la UAN; tarea de romanos sin duda.
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