El día de ayer, el foro local, tuvo una dilecta visita; un culto abogado (¿de gabiente?) el doctor Luis Andrés Cucarella Galiana, profesor titular de la Facultad de Derecho de la Universidad de Valencia, España, invitado por el Poder Judicial de Nayarit que preside el magistrado Pedro Antonio Enríquez Soto para dictar una conferencia a servidores judiciales, abogados y estudiantes de derecho.
Con un singular método expositivo, el docente hizo una disertación, donde combinó la prevalencia de los dos sistemas penales, el inquisitivo y el acusatorio, y afirmó que los jueces tomen sus decisiones dentro de los límites propios del estado de derecho es ofrecer garantías al Estado y al justiciable de que las cosas se hacen bien y se evitan errores que llegan a motivar la intervención de otros tribunales, incluso internacionales.
«Límites del juez penal en la labor del enjuiciamiento» fue el título de la conferencia impartida por el doctor Cucarella Galiana en el auditorio Rey Nayar del edificio del Tribunal Superior de Justicia, en la cual fungió como moderador el director de la Unidad Académica de Derecho de la Universidad Autónoma de Nayarit, maestro Humberto Lomelí Payán.
El académico español reiteró la necesidad de que los jueces se ajusten a las normas relacionadas con su función, pues si tienen bien fijas las coordenadas dentro de las que se mueven “en definitiva lo que saldrá reforzado es el estado de derecho”.
En su exposición, el doctor Cucarella Galiana señaló que son cuatro los aspectos elementales que deben tener muy bien definidos los operadores jurídicos penales: la persona del acusado; los hechos que se le imputan y constituyen el objeto del proceso; la calificación jurídica de los hechos y la concreción de la pena que deben imponer.
Utilizó sincréticos ejemplos y en relación con la pena se preguntó que si un acusador o fiscal ha pedido ocho años contra el imputado “¿puede el juez imponer diez? Sí, siempre y cuando se encuentre dentro del límite legal. Lo que no va a hacer nunca el juez va a ser condenar a más de diez años pero hasta diez claro que puede”.
Quizá, hubo un tanto de redundancia sobre los tópicos sustanciales del procedimiento penal, donde los límites del juez no pueden rabasar los hechos imputados al procesado; y que las sentencias deben ser ante todo exahustivas, y el deber de congruencia en aras de una adecuada valoración jurídica; la tesis del ponente fue sencilla, la identidad de la teoría del objeto normativo, donde el juez se vincula a la calificación jurídica.
Otro evento más, para enriquecer la currícula de esta presidencia del TSJ.
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