- El Congreso honra a uno de los suyos
- Sentido homenaje al distinguido santiaguense
El clarín de canto fúnebre abre y cierra la breve y emotiva ceremonia; los diputados integrantes de la XXXII Legislatura del Congreso del Estado, le rinden honores de cuerpo presente al doctor José Lucas Vallarta Robles, dos veces diputado, integrante de la XX legislatura y la XXIII como diputado presidente; familiares y amigos prosiguen este periplo del féretro de nuestro amigo, que va y viene a Santiago Ixcuintla, al templo de su señor de la Ascensión, a la presidencia municipal, al Congreso del Estado, al CDE del Partido Revolucionario Institucional, al templo de la Santa Cruz, y al parque funeral para la culminación del rito.
Las guardias ante el féretro del Cachi, las integran los integrantes de la actual legislatura y de su doliente familia. Y los ex diputados presidentes del Congreso, Manuel Cota y Armando García.
El diputado presidente, con su voz grave y pleno control de la tribuna, inicia su alocución en honor del ahí presente, con la mención de que en “la casa de la reflexión y del debate, se le rinde honor a un hombre de Estado..” señala las virtudes del homenajeado, “fue guía de generaciones, de militancia firme, que siempre privilegió el diálogo.., también es una gran pérdida para sus correligionarios y para quienes aprendimos de sus enseñanzas…, cuando parte un hombre de la talla del doctor Lucas Vallarta Robles, la pérdida se extiende al Estado al que sirvió, sin duda hoy Nayarit reconoce los servicios prestados por Vallarta Robles, la trigésima segunda legislatura, honra su memoria, honra su legado…”
Su hijo Lucas Vallarta, realiza una sentida y emotiva alocución señalando las acciones personalísimas que llevaba en su momento su padre cuando fungió como presidente del Congreso local; y en ese altar de corazones de familia, amigos y correligionarios, el cuerpo presente del Cachi Vallarta, recibe los honores de los suyos, que le han reconocido su trascendencia histórica, su biofilia y el enaltecimiento que fue un hombre socialmente necesario que cumplió con creces su cometido en esta existencia.
Digno adiós para un hombre digno, decente y de vida ejemplar; nos queda su legado, para su familia, correligionarios y amigos todos; el mejor responso que le podríamos dar, es que nunca se aparte del quehacer político la forma y modos con los que privilegió la política el “Cachi” Vallarta.
Bien por el congreso, bien por sus integrantes, nobleza obliga a quien hace homenaje a uno de los suyos.
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