ELECCIONES, IDEOLOGÍAS Y REALIDADES

El escenario es espeluznante, no hay la dicotomía de los buenos contra los malos; ya desparecieron las fronteras morales y la ética política es desconocida, salvo honrosas excepciones, el ciudadano común tiene un tanto de razón al estar harto del proceso electoral, del hecho contundente de ver en qué condiciones entra al poder un elegido y el cómo está en unos cuantos años.

Los males de esta sociedad se inician cuando las facciones llegan al poder; cuando el congreso federal asume atribuciones en la letra legal que nunca ejerce en la realidad, son ellos, la presidencia de la república y la cámara de senadores y la de diputados federal, quienes son los responsables primeros de la grave condición política y social que vive el país.

La derecha gana terreno en Europa; llega con Trump a EEUU; puede llegar en Francia y puede de llegar a Nayarit hoy y en 2018 a la presidencia de la república de México; esta es, una tragedia en la historia reciente de nuestros días, pero lo complejo es que no surgen del conflicto entre el bién y el mal; su causalidad es variopinta.

De entrada tenemos que decir que es inmoral y políticamente incorrecto que una facción del poder económico, quieran ahora detentar el poder político, nunca dos fuerzas sociales juntas en una sola facción han entregado buenas cuentas, el ciudadano, tiene dificultades para discernir el sentido de su voto, porque esta será una elección de tres tercios.

Ya no existe la lucha electoral en base a las ideologías de los partidos, desde hace veinte años, desaparecieron;  un 30% o más del electorado se declara votante sin ideología, según el último Barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas de Latinoamérica.

Un alto porcentaje de votantes cuya decisión no depende de factores como la evaluación de los candidatos políticos o la identidad de partido, sino del grupo político que controla el gobierno en ese momento. Ésta es la conclusión de un estudio realizado por varias universidades.

Actualmente se ha reducido la carga ideológica del gobierno –hemos tenido un gobierno de gestión- por lo que se puede esperar que los votantes sin ideología voten esta vez al candidato del gobierno, que, como se aprecia no es el abanderado del institucional, de ahí el jolgorio del candidato de la derecha.

Está en su naturaleza excluyente, las élites adineradas detestan a las masas pauperizadas; y ahora con su candidato, éstas no entienden lo farragoso de su discurso que dice muchas cosas, algunas prácticamente inalcanzables, pero que nunca dice cómo va llevar a cabo tales promesas.

PARTIDOS SIN IDEOLOGÍAS

¿Tienen identidad la mezcla de partidos que propone al candidato de la derecha? En ese sentido, ¿cuál es su ideología? ¿Es de izquierda o de derecha? Nada de eso, la mayoría de los partidos políticos carecen de ideología, sus nomenclaturas carecen de principios para no tener que vulnerarlos; por eso, ni sus dirigentes ni sus militantes están en capacidad de responder esta interrogante.

Como consecuencia de lo anterior surge, entonces, la siguiente pregunta: ¿qué es lo que motiva a muchos los ciudadanos, en estos tiempos de decadencia de las ideologías, a militar en los partidos políticos? ¿O adherirse al candidato de la derecha..? la respuesta es sencilla: el poder político y sus beneficios particulares.

¿Alguien ha visto un proceso de adoctrinamiento ideológico..? ¿en Acción Nacional..? ¿con los perredianos..? ¿en el PRI..? el MORENA tiene una densa carga ideológica, de una singular izquierda que linda con el populismo, es la única propuesta que abandera lo que significa la ideología del pobre, del desclasado, sin las rigideces del modelo staliniano.

Lo que vemos en el contexto de estas elecciones, que todo parece indicar, cualquiera que sea el partido de la oposición continuará sin un norte ideológico, y solo se dedica a trabajar para convertirse en una maquinaria electoral.

Hoy, mediante indicadores, debemos preguntarnos cuál es la utilidad electoral de la vinculación ideológica de los partidos políticos que están en la contienda, y exploramos si existen elementos partidistas que facilitan una vinculación ideológico-electoral; los argumentos de los agoreros del candidato de la derecha, me mantienen en este enigma y no quiero llegar a la temible conclusión, si nos han demostrado que no tienen principios, menos podrán tener una ideología que le sustente su existencia política electoral.

Se han analizado los niveles de congruencia ideológico-programática entre ciudadanos y representantes; se asume con frecuencia, que los ciudadanos eligen el partido más cercano a sus posiciones, cumpliendo con uno de los presupuestos del modelo del partido responsable. ¿De dónde pues..? ¿Cómo el lumpenaje puede votar por un candidato de la derecha..?

Sin embargo, tal como demuestran los análisis sobre comportamiento electoral, la capacidad explicativa del voto por proximidad ideológica es variable. Una cuestión distinta, y no abordada por los estudios sobre vínculos o congruencia entre ciudadanos y representantes, es hasta qué punto dicha congruencia ideológica se transforma en voto y qué tipo de partidos tienden a lograr mayor cantidad de electores próximos en términos de izquierda y derecha.

Y esto, ya es un asunto de saber leer las estadísticas electorales en el territorio de cada uno de los distritos. Ignoro si en los war room de los candidatos actuales, lo estarán haciendo…

Contacto.- cronicaslip@gmail.com

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Incursiona en géneros periodísticos, hace reportajes e investigación; es abogado, en “La Voz de Nayarit” como analista político. Los avatares del periodismo de opinión lo llevan al extinto “El Nayar”; posteriormente al revivir el diario como “Meridiano” es uno de sus columnistas principales. El gobierno de Celso Delgado y las organizaciones de periodistas le entregan el Premio Estatal de Periodismo 1993 en la modalidad de “Crónica”. Hace treinta y cinco años nace el periódico regional “Avance” y desde entonces es miembro de su página editorial como analista político. Pionero en Nayarit de periodismo en Internet, publica una página en la web “Crónicas del Sexenio”; se muda un par de años a Nuevo Vallarta y publica en los periódicos “Vallarta Opina” y “Nayarit Opina”. De regreso a Tepic incursiona en la Televisión pública como analista político. Establece una Consultoría Jurídica-Política y retoma el espacio en Internet, como periodista de opinión y reportero entrevistador.