El ex gobernador Ney González I El ex edil Ignacio Flores
Hoy, en el escenario político judicial, tiene la sociedad la oportunidad de conocer los alcances del quehacer delincuencial, voluntario, deliberado, premeditado de dos peculiares sujetos que estuvieron al frente de la administración pública del Estado, y del municipio de La Yesca; todo mundo los conoce, y ahora, por sus acciones al margen de las normas que rigen la administración pública, se encuentran sujetos a la acción punitiva que ejerce la Fiscalía General de Justicia en su contra.
Es innecesario decir sus nombres; ayer mismo, personal de la FGE estuvieron en el Hospital Puerta de Hierro de esta ciudad para ejecutar una orden de aseguramiento, bajo las pesquisas de las carpetas de investigación que se siguen en su contra, se determinó que el ex gobernante “prófugo de la justicia” como lo califica Petronilo Díaz Ponce, es importante accionista de este caro nosocomio privado.
Los agentes del Ministerio Público a cargo de las indagatorias, pueden ir a investigar con los dirigentes del sindicato de trabajadores del Issste, qué era lo que sucedió en pleno gobierno del ex gobernante, cuando de la ciudad de México, de las oficinas centrales llegaban los camiones cargados de carísimas medicinas para el Hospital del Issste de La Loma.
A los trabajadores, les obligaban los líderes del sindicato para que firmaran los documentos de recibidos tales medicamentos, los cuales, sin abrir siquiera el transporte, iban a depositarse al –en ese entonces- nuevo hospital “Puerta de Hierro”; algunos profesionales de la salud, responsables del almacén de medicamentos del hospital del Issste se opusieron a tales prácticas de latrocinio, y tal actitud les trajo como consecuencias, persecuciones ilegales y amenazas de todo tipo para evitar las denuncias del caso.
El caso del ahora ex edil de La Yesca es más pueril; sin una trayectoria política, sin una formación cultural o al menos con el mínimo de proyectivas de representar una sana alternativa política en el municipio serrano, lo que hizo, fue una convivencia con la DO y se dedicó a desviar de la manera torpe, los recursos que no son pocos que la federación envía a los municipios marginados para infraestructura, el Fondo 3 del ramo 33 para abatir pobreza y marginalidad social.
Deben ejercerse en agua potable, electrificación, caminos; y el ahora recién imputado se dedicó a hacerse tarugo solo, contratos millonarios de obras que nunca existieron, pero que si se pagaron con recursos del erario, que hoy son el objeto de las auditorías que llevo a cabo la ASEN y que en ejercicio de sus funciones junto a las dependencias del ejecutivo han ejercido la acción punitiva correspondiente.
Esta orientación de disponer de los recursos públicos para fines personales, al parecer es una característica de los gobiernos del partido MC, como el edil de Tuxpan José Luis Tovar, que a la llegada al cabildo, puso en la nómina del Ayuntamiento al señalado ex edil de La Yesca, y amigos (y amiga..!) incondicionales dirigentes de este partido.
Estos son dos ejemplos que pueden ser el paradigma de la desnaturalización plena del sistema político mexicano a nivel Estado y municipios; uno huyendo y el otro también, pero dejando un rastro de plañidera, con la consabida victimización y enderezando responsabilidades en contra de comunicadores que publicaron la cloaca que destaparon los auditores de la ASEN.
Ése era el Nayarit de la impunidad, de la opacidad y de la rampante corrupción; hoy ante el azoro de la sociedad, el gobierno de Miguel Ángel Navarro, está llevando por el cauce procesal, el ejercicio de acciones resarcitorias y responsabilidades penales, hasta sus últimas consecuencias, sin distingos, sin error y sin favor.
El actuar delincuencial de estos dos sujetos, fue voluntario, deliberado, premeditado, antijurídico, culposo y desde luego punible.
Sed Lex Dura Lex…!
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