El problema es que la eliminación del horario de verano nos desfasaría con Estados Unidos, que pretende quedarse en el horario de verano permanentemente.

El horario de verano desequilibra nuestro reloj biológico, alterando el sistema nervioso, provocando trastornos digestivos y hormonales, en tanto que existe una relación entre este y un aumento de la ocurrencia de infarto cardíaco, de acuerdo con un reporte de la Secretaría de Salud que justifica la posible eliminación de este horario que se aplica en México desde 1996.

El problema es que, preliminarmente, en Estados Unidos el Senado de ese país ya aprobó permanecer de manera permanente en el horario de verano, por lo que, si México se queda en el de invierno, estaríamos desfasados dos horas con nuestro principal socio comercial, lo que podría ocasionar pérdidas económicas en el sector financiero mexicano, dijo a ALTO NIVEL el experto en energía Gonzalo Monroy.

“El cambio de hora altera el tiempo de exposición al sol y desequilibra nuestro reloj biológico. Así, varias Sociedades Internacionales del Sueño aconsejan un horario sin cambios y recomiendan mantener el horario de invierno de forma permanente”, lo que mejoraría el rendimiento intelectual de los mexicanos, “ayudando a disminuir enfermedades del corazón, obesidad, insomnio y depresión”, precisa el documento de la Secretaría de Salud.

Cabe aclarar que la Secretaría de Salud no realizó un estudio entre la población mexicana para detectar posibles daños causados por el horario de verano, pues el reporte no da ninguna cifra o porcentaje de los padecimientos que señala, sino solo se remitió a exponer sus argumentos haciendo referencia a tres artículos académicos de autores extranjeros publicados en 2015, 2018, y 2019.

Esta semana el presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que es probable que en octubre próximo se elimine el horario de verano, debido a que es “mínimo el ahorro” de energía y “es considerable el daño a la salud”.

“Ya para octubre (de este 2022), pero hay que prepararnos para saber, en el caso de que esa sea la decisión”, aseguró el mandatario.

Al respecto, la Secretaría de Salud apunta que “algunos estudios sugieren una asociación entre el horario de verano y el aumento de la ocurrencia de infarto cardíaco, especialmente en la primera semana después de ser implementado”, por lo que “si queremos mejorar nuestra salud, no debemos luchar contra nuestro reloj biológico”.

Así, esta dependencia establece que “lo recomendable es volver al horario estándar (que es cuando la hora del reloj solar coincide con la hora del reloj social)”, pues el horario de verano causa somnolencia, irritabilidad, dificultad en la atención, la concentración y la memoria; trastornos digestivos, aumento de secreción del jugo gástrico, disminución diurna y aumento nocturno del apetito; trastornos hormonales y malestar general, siempre de acuerdo con la Secretaría de Salud.

A todo esto, se añadirían “diversos síntomas psicoemocionales y psiquiátricos que tienen relación con los cambios estacionales e incluso climáticos. La depresión e ideas suicidas se aumentan en algunas épocas del año y en algunos horarios”, refiere el reporte.

Desfase de dos horas con Estados Unidos, el problema

El documento de la Secretaría de Salud añade que “la elección del horario de verano es política y, por lo tanto, se puede cambiar”. Es decir, la intención del gobierno federal sería quedarnos solo con el horario de invierno.

En ese tenor, el experto en energía, Gonzalo Monroy, explica que el horario de verano se estableció en México en 1996, durante la presidencia de Ernesto Zedillo, principalmente para empatar nuestros horarios con los de las Bolsas y mercados estadounidenses, aunque también se intentaba reducir el consumo de electricidad.

Sobre esto último, “en términos de energía, el ahorro que se da es un ahorro pequeño, es de un poco menos del 7% sobre la demanda”, pues el hecho de que la gente tenga luz natural después de las siete u ocho de la noche “disminuye marginalmente la demanda” energética en nuestro país, detalla Monroy.

Ahora bien, al pretender eliminar el horario de verano, México se estaría desfasando con los mercados de Estados Unidos, pues en marzo pasado el Senado de nuestro país vecino aprobó hacer permanente su horario verano.

Aunque esta iniciativa de los senadores estadounidenses, denominada Ley de Protección de la Luz del Sol, aun debe ser avalada por la Cámara de Representantes y firmada por el presidente Joe Biden, nuestro país debería considerarla, pues de lo contrario tendríamos una diferencia de dos horas con los horarios de apertura de los mercados de valores de Estados Unidos.

Si se llega a dar esta circunstancia estaríamos ante “una medida extremadamente torpe por el lado mexicano, pues tendríamos que estar siguiendo en línea precisamente con los mercados, en este caso el más importante, el de Nueva York”, adelanta Gonzalo Monroy.

El tema no es el ahorro de electricidad, pues este -ciertamente- es marginal, lo importante en todo caso sería no causar afectaciones a los mercados financieros que representan casi el 28% del Producto Interno Bruto de México, a decir de Monroy.

De acuerdo con la iniciativa avalada por el Senado de Estados Unidos, más horas de luz para poder estar afuera después de la escuela y del trabajo, beneficia a la sociedad de ese país, por ende, México podría seguir a su socio comercial manteniendo el horario de verano, eliminando el cambio al del invierno, a fin de que dicha transición ya no afecte el bienestar de los mexicanos, como asegura la Secretaría de Salud.