Estadísticamente se demuestra, el ejercicio del poder desgasta, esta es una admonición ineludible, de cualquier sino, en las presidencias municipales, en el gobierno estatal y en el ámbito de la federación, el lapso es imperativo, son tres años de gracia, se termina el “bono democrático”, se revelan las aflicciones y debilidades de los funcionarios y la sociedad se sabe insatisfecha, las expectativas que se generaron con la nueva administración, se diluyen.
Este es, una de las servidumbres ineludibles que tarde que temprano todo gobernante se percata de ello; Roberto Sandoval, que, es todo un animal político, -en el sentido lato de la palabra- se ha dado cuenta de ello, quizás esta es, la motivación primigenia de su nueva jornada de sorprender a sus gobernados con los cambios y la forma y modo en que los lleva a cabo.
Conociendo el talante de su personalidad, Roberto Sandoval es fiel a sí mismo; se ha reiventado una y otra vez, de cara a sus interferencias subjetivas con la clase política, con los medios y con su amplia base social; de esta manera, en el territorio privadísimo de la toma de decisiones, ha decidido hacer unos cuantos divertimientos, se ha anunciado el reacomodo, enroques y cambios de más de cincuenta de los funcionarios de su administración.
En este paquete de acciones, se imbrican correctivos privados, reconocimientos públicos y una jornada de renovación del pacto social con la ciudadanía, en cuyo sustrato está el mensaje, cambiamos para mejorar, para que el servicio público al que está obligado el gobierno proporcionar a la sociedad, sea eficiente, para que las ineficacias se diluyan y para que, en la nueva oportunidad de los funcionarios.
Esta es, una de las condiciones privilegiadas que se tiene, cuando se es el eje rector de un gobierno consolidado, de una u otra manera, todo lo que sucede en el entorno presidencial, en Los Pinos y en Bucareli, se toma en consideración para la reconstrucción del aparato gubernamental de la entidad.
Roberto una vez más, se adelanta a los condicionamientos que le pueden ser adversos; las resultas de las auditorías y fiscalizaciones que ha hecho el OFS de la Cámara de diputados se haya llevado sin favor y sin distingos, es una muestra palmaria de ello; su olfato zorruno se lo indica, es preciso hacer cambios para recrear el ejercicio del poder, dar nuevas oportunidades a los amigos, despedir con lauros a quién hizo bien las cosas y dar de baja a los frívolos que desprestigian a este régimen.
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