APOLOGÍA DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NAYARIT

Sin la existencia de la Universidad de todos los nayaritas, desde hace cuarenta y cuatro años, no pudieran explicarse muchos de los aspectos torales de nuestra sociedad; a mediados de los sesentas en el siglo pasado, todos los estudiantes que egresábamos de la escuela preparatoria del extinto Instituto de Ciencias y Letras de Nayarit, se nos cerraba el camino de estudios universitarios, salvo los dos años de leyes, que medianamente funcionaban por medio de un convenio docente con la Universidad de Guadalajara.

El que esto escribe, al igual que decenas de estudiantes de entonces, emigramos para aquella universidad, donde nos recibieron “sujetos a revalidación de estudios”, y tuvo que ser el impulso renovador de la sociedad del gobernador Julián Gascón Mercado para que los nayaritas contaran con un centro de estudios superior; la Universidad de Nayarit nació con los mejores augurios y la participación forzada de la sociedad, merced a la decisión del gobernador Roberto Gómez Reyes de crear un irregular y anti constitucional impuesto encubierto, para que todo consumo de bienes y servicios de las entidades públicas se gravara adicionalmente con un 10% “para la universidad”.

Producto de la época, poco o nada les tocó de efervescencia revolucionaria de los años finales de los sesenta y principios de los setentas, en los jóvenes universitarios, solo la derivación de un porrismo armado, que con dinero a raudales de la rectoría, pervirtieron por lustros el campus universitario.

Esta Universidad pública ha seguido los avatares que han tenido los gobiernos y los cambios de sexenio; así, el decreto de su autonomía es un albazo que aún sigo sin tener la plena certidumbre si el entonces gobernante que ya terminaba su agónico sexenio, tuvo conocimiento de que era uno de los anuncios que haría el candidato Rogelio Flores Curiel al asumir su mandato; y como Don Roberto en las semanas finales de su sexenio hizo hasta lo indecible para prolongar su hegemonía, estimo que, incurrió en la falta de generosidad política para con quien sería su sucesor.

Esa historia, como el escriba es protagonista de una buena parte de ella, algún día será contada.

Con el presidente Luis Echeverría, los universitarios locales vivieron el país de nunca jamás, recursos a raudales llegaron, no solo con las participaciones de la Sep, sino de la generosidad extrema de un presidente que le apostaba al desarrollo del país, sentando las bases de una educación superior acelerada, habiendo salido recientemente del trauma de la matanza del 68 y del jueves de corpus en el 71, ser estudiante en este sexenio era estar en Jauja; viajes de estudio a todo el mundo, dinero para laboratorios y proyectos de todo tipo, y todos los etcéteras que usted quiera.

EL PROYECTO ORIGINAL

Esta universidad, nació con el fin de que sirviera a los intereses más sentidos del pueblo de Nayarit; es decir, una universidad popular, de ahí lo novedoso de escuelas superiores de agricultura, vinculadas a la región y sus vocaciones productivas; así como la de ingeniería pesquera, turismo, leyes, odontología y el primero de su fracasos, haber incorporado la prestigiosa escuela de Enfermería y Obstetricia de Tepic, que tenía un rigor académico de excelencia a la universidad, en unos pocos años, fue víctima del chambismo y el ausentismo de los maestros, duraron muchos años para poder recuperarse, pero ya no son obstetras sus egresadas.

Luego, el surgimiento del parasitismo sindical, primero de los catedráticos, luego de sus trabajadores y al final de los estudiantes, que en los primeros años de sus organizaciones se disputaban el “contrato de adhesión” con la rectoría en turno al estilo siciliano; las huelgas locas, los homicidios, y toda esa oscura época de su proceso formativo en donde hubo de todo.

Como el típico líder deshonesto, ignorante y vivales, el famoso “tobi” que se daba lujos de aplicar la cláusula de exclusión de aquellos catedráticos que ejercieran el oficio de pensar y tuvieran responsabilidad de asistir a dar sus clases.

Se cometieron muchos yerros, como la compra de barcos pesqueros cubanos de cemento! Y la permisividad del consejo general universitario que posibilitó el enriquecimiento ilícito, descomunal de varios rectores.

De manera paulatina con la reforma universitaria y la limpia de parásitos que inició la anterior administración, hoy la UAN se encamina de manera seria hacia el futuro promisorio añorado por sus fundadores; el agotamiento de liderazgos, que pertenecen al pasado inmediato de la UAN puede concretar la anhelada excelencia académica y la recomposición de un modelo de universidad con niveles de prestigio y con una comunidad que sepa responder a los retos sociales y la responsabilidad de trabajar en serio por este modelo.

El rector Juan López Salazar, representa con decoro y dignidad el nuevo rol de los directivos universitarios, ha sabido ser el factor de unión de las naturales discordias de los grupos que siguen auto afirmándose al interior; y como la mayoría de los catedráticos que ahí trabajan, le reconocen su empeño, su cercanía y el tesón que asume al dar la cara frente a toda la problemática de la UAN.

Es un arduo camino, es una responsabilidad que no todos ni entienden ni comparten, pero en este aniversario es tiempo de revisar lo bueno que se ha construido, y no incurrir en lo que no ha sido nada recomendable , de lo que ya ni siquiera es digno de recordarlo; hoy la universidad de todos los nayaritas, tiene aún mucho camino por recorrer, para que dignifique su existencia y contribuya al desarrollo de la entidad.

Contacto.- luisi48@prodigy.net.mx           

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Incursiona en géneros periodísticos, hace reportajes e investigación; es abogado, en “La Voz de Nayarit” como analista político. Los avatares del periodismo de opinión lo llevan al extinto “El Nayar”; posteriormente al revivir el diario como “Meridiano” es uno de sus columnistas principales. El gobierno de Celso Delgado y las organizaciones de periodistas le entregan el Premio Estatal de Periodismo 1993 en la modalidad de “Crónica”. Hace treinta y cinco años nace el periódico regional “Avance” y desde entonces es miembro de su página editorial como analista político. Pionero en Nayarit de periodismo en Internet, publica una página en la web “Crónicas del Sexenio”; se muda un par de años a Nuevo Vallarta y publica en los periódicos “Vallarta Opina” y “Nayarit Opina”. De regreso a Tepic incursiona en la Televisión pública como analista político. Establece una Consultoría Jurídica-Política y retoma el espacio en Internet, como periodista de opinión y reportero entrevistador.