Por Surya Palacios / Alto Nivel

El Tren Maya sigue enfrentando obstáculos jurídicos, debido a que el gobierno federal no ha cumplido con todos los trámites que señala la legislación, por lo que el tramo 5 del proyecto debe detenerse por completo a fin de evitar la tala y desmonte de las áreas sur y norte de la obra, de acuerdo con la más reciente suspensión concedida por un Tribunal Colegiado con sede en Yucatán.

Si bien el proyecto ya cuenta con la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), otorgada por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), las autoridades no han tramitado el cambio de uso de suelo del llamado “tramo 5 sur y norte” de la construcción. Sin esto último, debido a que se trata de terrenos forestales, los trabajos no pueden continuar, al menos temporalmente.

Así lo determinó el Tribunal Colegiado en materias de Trabajo y Administrativa de Yucatán al conceder una suspensión provisional a ecologistas que forman parte de la organización #SélvameDelTren, quienes promovieron en esa instancia un Recurso de Queja dentro de un Juicio de Amparo que intenta evitar la deforestación de la zona.

Como Fonatur, que es la dependencia encargada de la edificación del Tren Maya, no cuenta con la autorización del cambio de uso de suelo en terrenos forestales, las obras deben suspenderse en el tramo 5 del transporte, pues la misma Semarnat le dijo a esa autoridad que la Manifestación de Impacto Ambiental no la eximía de tramitar y obtener el cambio referido.

Por ende, al conceder la suspensión que habían solicitado los ecologistas, el Tribunal Colegiado le ordenó al juez Primero de Distrito en Yucatán que notificara a Fonatur para que “se suspenda o paralice cualquier acto que tenga como finalidad la continuación de tala o desmonte en los terrenos que comprende el tramo 5 Sur y Norte del proyecto Tren Maya, con trazo de Cancún a Tulum, Quintana Roo”, detalla el auto de suspensión.

Esto significa que -por el momento- no se permite “la remoción o destrucción de la flora del terreno en cita”, sin que ello implique la paralización de los trabajos administrativos que Fonatur debe realizar para obtener las autorizaciones respectivas para el cambio de uso de suelo de la zona.

Delitos ambientales

Los activistas de #SélvameDelTren argumentan en su ocurso que la Manifestación de Impacto Ambiental, que autorizó las obras del Tren Maya, “no significa que sea un cheque en blanco, para que las responsables puedan hacer y deshacer, destruyendo todo a su paso”, pues la Semarnat otorgó la MIA en forma condicionada.

Por ende, para poder continuar con los trabajos en ese tramo del tren, Fonatur debe obtener antes la autorización correspondiente para el cambio de uso de suelo en terrenos forestales. Se trata de un trámite obligatorio que debe solicitarse en la Dirección general de Gestión Forestal y de Suelos de la misma Semarnat.

Sin ese cambio, alegan los quejosos, “se permite la consumación o continuación de delitos ambientales, en perjuicio del interés social, como el cortar, arrancar, derribar y talar árboles”.

El Tribunal Colegiado en materias de Trabajo y Administrativa de Yucatán apuntó en su fallo que “asiste razón al inconforme”, pues en la demanda se “demostró la ausencia de la autorización de cambio de uso de suelo en terrenos forestales, por parte de las autoridades responsables”.

Al conceder esta suspensión, añadió el Tribunal, no se ocasiona perjuicio al interés social ni se contravienen disposiciones de orden público, “por el contrario, es mayor el perjuicio que el solicitante de amparo resentiría a su derecho a un medio ambiente sano de negarse la medida suspensional”.

En esta resolución también se menciona que la Manifestación de Impacto Ambiental que la Semarnat le dio a Fonatur, en agosto de 2022, especifica que en el tramo 5 del Tren Maya se requiere el cambio de uso de suelo en una superficie de terrenos forestales “de 282,872 Ha (hectáreas) de vegetación de selva mediana subperenifolia y vegetación secundaria”.

No obstante, hasta ahora, Fonatur no ha obtenido el cambio de uso de suelo que se le señala en la MIA, y que fue reclamado -a través de un nuevo Juicio de Amparo- por el colectivo #SélvameDelTren.

Faltan las sentencias

Cabe añadir que esta nueva suspensión forma parte de una treintena de demandas de amparo promovidas por diversas organizaciones sociales en contra del Tren Maya, las cuales aun no se resuelven de fondo.

Si bien las suspensiones que se habían concedido entre 2021 y 2022 fueron revocadas, las sentencias definitivas de todos los amparos promovidos no han sido emitidas.

La semana pasada, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que estos amparos “se han declarado, la mayoría, improcedentes”. El mandatario apuntó que “fueron muchos amparos y ya tenemos pues libre todo el tramo”.

En realidad, los amparos no resultaron improcedentes, ya que estos siguen estudiándose en su fondo. Lo único que ha permitido parte de las obras del Tren Maya ha sido la revocación de las suspensiones que tenían varios de sus tramos.

Quienes se oponen a esta obra argumentan que el proyecto traerá afectaciones al medio ambiente; tala de árboles; contaminación del agua; perforación del suelo, y modificación del ecosistema, con lo que se trasgrede el derecho humano a vivir en un ambiente sano.

A esto se añade la opacidad que impera en la construcción de la obra, considerada emblemática para la administración lopezobradorista. En ese tenor, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) ha emitido más de 120 fallos en los que obliga a las autoridades a proporcionar información detallada del impacto y los costos que tendrá el proyecto.