SINGULAR INFORME DEL PODER JUDICIAL

  • La crisis que enfrentó la Presidencia emergente

  • Esfuerzos de cambio de la Magistrada Rocío Esther González

El día de hoy, seguramente con la presencia del gobernador Miguel Ángel Navarro, a las doce horas en el auditorio del edificio del Poder Judicial, se llevará a cabo la presentación del informe anual de actividades de la presidencia; previamente, a las diez horas, se presentará el documento ante la mesa directiva del Congreso del Estado; se trata de un acto protocolario, institucional que hoy, tiene singularidades y curiosas connotaciones.

En efecto, ante la esperada salida de la presidencia de Ismael González, le corresponde a la maestra en derecho Rocío Esther González, asumir esta responsabilidad a partir del mes de mayo del presente año; así tiene que informar por lo que hizo y por lo que no hizo, de facto es solo medio año el decurso de su magistratura de presidente.

Frente a lo que es y ha sido lo evidente que tiene el poder judicial en la entidad, que es una absoluta falta de legitimación social, de cara a las organizaciones de Abogados y justiciables, bajo esta tesitura, es muy poco lo que puede informar de logros obtenidos; la primera decisión de cambiar a los funcionarios incondicionales de Ismael y sus secuaces que tenían un control del gobierno interior del Concejo de la Judicatura, ha sido poco conocida, dado que el manejo de su oficina de comunicación social, no lo consideró prudente difundirlo.

Y en la sociedad tales cambios, se desconoce si han funcionado o nó; y es parte de la sorda lucha que pervive en los plenos del Consejo y del Tribunal superior, de entre los magistrados emisarios del pasado y de quienes se han adaptado de manera institucional a la hegemonía política que ejerce el titular del poder ejecutivo.

Ya que según los Abogados litigantes, que sufren a diario las disfunciones y terribles dilaciones de los acuerdos en juzgados de primera instancia de todas las materias, la rotación de jueces no han mejorado las funciones jurisdiccionales; persisten los cambios de secretarios de acuerdos y proyectistas sin la debida capacitación y ha sido evidente su inexperiencia, lo que contribuye a que la primera instancia del poder judicial, sea la parte que exhibe la mayor de las precariedades.

En los juzgados penales de oralidad, señalan los litigantes que persisten las precariedades en los resolutivos en quienes han denominado “jueces de consigna”; y en la nueva jurisdicción que es la materia laboral, con su nuevo procedimiento de oralidad, no se ha tenido la socialización necesaria para que impacte en la sociedad, muy pocos conocen sus bondades; se aprecia una administración de justicia alejada de los medios, de las organizaciones sociales, y de las voces prevalecientes del escenario social.

Quizás, conociendo la preparación y el optimismo de Rocío Esther, se escuche que su compromiso es hacia adelante, en los once meses que le corresponde su interinato, puede concretar mejores bases para mejorar al interior la disfunciones del Concejo y de la presidencia; y quizás, se atreva a asumir el compromiso de mejorar de manera sustantiva el panorama ingente que presenta la primera instancia del poder judicial.

Ella sabe, que es imperioso reivindicar la confianza para los justiciables, desterrar los vicios de los juzgados familiares, civiles y mercantiles, y establecer mejores canales de comunicación con la sociedad y sus organizaciones; es una tarea nada fácil, dejar instituciones judiciales saneadas y ello implica que no debe dudar para hacer fuertes correctivos, y que no le tiemble la mano para llevar a cabo despidos que sean aleccionadores para el grueso de la burocracia del Concejo y del Tribunal que hace como que trabaja con las nuevas directrices de la presidencia.

Este periodo que viene, será el escenario de sus esfuerzos, en los otros poderes se le verá con lupa sus logros, que pueden ser los determinantes para ser electa para el subsiguiente periodo institucional; un poder judicial con aroma de mujer que tiene todo el apoyo de los otros poderes para elevarse de la mediocridad y precariedades perniciosas heredadas del pasado reciente.

Lo veremos…

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