En un año de giros inesperados, con el fin del reinado británico más largo, así como la llegada y salida de su tercera primera ministra, el Partido Conservador designó este lunes como su líder a Rishi Sunak, quien además será el primero de una minoría étnica en dirigir el Reino Unido desde Downing Street. En su perfil destaca también que fungió como ministro de Finanzas de Boris Johnson, quien renunció este lunes a contender por el cargo.
¿Quién es Rishi Sunak?
Sobre la apuesta de los conservadores en el Parlamento del Reino Unido tras la salida de Liz Truss, en medio de una crisis económico-política por decisiones como el fin de los apoyos fiscales, que llevaron a la caída de la libra contra el dólar, destaca ahora el perfil financiero del multimillonario quien la sustituirá, con un pasado como banquero, así como una activa defensa del presupuesto ortodoxo.
Además, resalta que antes de sucederla Sunak haya competido contra Truss en la elección parlamentaria de septiembre, en la que el partido la eligió a ella por sobre el ahora primer ministro y Penny Mordaunt, la ministra de Relaciones con el Parlamento, en un mandato de mes y medio en el que la implementación de sus políticas fiscales llevó al país al caos.
Asimismo, en el cambio de dirección impuesto por el partido, está la renuencia de Sunak a los planes económicos ultraliberales de Truss, que tildó de “fantasiosos”, y que en su tiempo le valieron ser calificado de socialista por sus correligionarios, así como de traidor por otros tras su renuncia en julio pasado al Ministerio de Finanzas, en una acción que inició la caída de Boris Johnson, contra quien se encaminaba a pelear el liderato conservador esta semana.
En tanto que se mantuvo en el puesto tan sólo cinco meses, tras ser nombrado por Johnson para el ministerio, con solo cinco años en el partido, y pese a ser desconocido para la mayoría de la población, pese a ostentar la etiqueta del diputado más rico del Reino Unido.
Aunque entre aquellas características que diferencian a Sunak entre su partido está su origen indio, así como su religión hindú, convirtiéndose en el primer jefe de gobierno con esa confesión, además de ser el primer no blanco, coincidiendo con el inicio del Diwali, una importante festividad hindú de cinco días.
Cambio rotundo en el gobierno
Y es que mientras con Truss resulta evidente el cambio de mando en torno a las políticas fiscales, también contrasta con su exjefe, cuyo mandato tiene el encargo de concluir, de cara a las elecciones legislativas de 2024, con quien tiene diferencias marcadas.
Entre las diferencias, está la imagen que Sunak tiene de “cuadro de honor”, superorganizado y meticuloso con ropa elegante de marca y siempre sonriente, así como su seriedad y renuencia a beber alcohol, que, con el uso de dispositivos electrónicos costoso, lo separaron del británico común, contra el desaliñado y despeinado Boris.
Incluso en cuestiones políticas ambos difieren, pues por un lado Johnson fue criticado por su errática gestión de la crisis sanitaria por el COVID, con incidentes que hasta le costaron el puesto, contra el masivo paquete de ayudas públicas liberado por la dependencia a su cargo, lo que le habría dado popularidad este año.
Lejos del ciudadano promedio
Mientras Sunak nació el 12 de mayo de 1980 en Southampton, en la costa sur de Inglaterra, siendo el mayor de tres hijos de un médico general y una farmacéutica, hijos a su vez de indios que emigraron en los años 1960 al África oriental británica, estudió en el Winchester College, elegante internado privado para varones, para después cursar política, filosofía y economía en la universidad británica de Oxford, así como en la estadounidense de Stanford.
Mientras que en California conocería a su esposa, Akshata Murty, riquísima heredera del cofundador del gigante tecnológico Infosys, y con quien tendría un patrimonio estimado en alrededor de 910 millones de dólares.
Fortuna conformada por el dinero de su esposa, así como por los millones que ganó como banquero de inversiones en Goldmand Sachs, entre otras, antes de formar su propia firma, volviéndose en mayo de este año en el primer alto responsable de la política británica en ingresar a la lista de las grandes fortunas.
En tanto que esta posición le ha valido traspiés entre la población, como el alza en los impuestos y el recorte a las ayudas tras el levantamiento de las restricciones por la pandemia, así como la controversia por el estatus de “no domiciliada” que mantenía su esposa para evitar pagar impuestos en el Reino Unido por sus ingresos millonarios en el extranjero, que, aunque no era ilegal, sí mal percibida.