De ninguna manera, no se trata de parafrasear la espléndida novela del polaco Sienkiewicz (Henryk) escrita en el siglo XIX y que en los 50´ del siglo pasado, los gringos hicieran una buena película; utilizo el símil porque en algo tengo que apoyarme para tratar de descifrar el singular estado de las relaciones que el gobierno del Estado tiene para con la sociedad y medios de comunicación social.
Pareciera que es una trama del amor imposible de Vinicio y Ligia, el patricio romano puede ser el gobernante Toño Echevarría García; y Ligia, la descendiente de bárbaros y católica que al final la llevan al sacrificio al circo romano, pudiese ser la prensa, los medios digitales y sus hacedores.
Total, hay que sumergirse en la literatura para no morir en el intento de explorar el estado actual de desencuentros a la luz de la racionalidad política.
¿Quo vadis, Domine? «¿Adónde vas, Señor?» la frase aparece por vez primera en una obra del siglo II, llamada «Hechos de Pedro» uno de los libros apócrifos acerca de los Hechos de los Apóstoles y está dirigida por Jesús al apóstol San Pedro.
El primero de sus apóstoles huye a causa de la persecución de Nerón a los cristianos en el año 64, Pedro intentó escapar de Roma, más en el camino se encuentra con Jesús cargando una cruz en la Vía Apia y Pedro le pregunta a Jesús: ¿Quo vadis domine..? y el Señor le respondió: Romam vado iterum crucifigi («Voy hacia Roma para ser crucificado de nuevo»). La lección es que Pedro, avergonzado de su actitud, entendió que debía regresar de nuevo a Roma para continuar su ministerio y dar su vida por Cristo.
Y tengo que preguntarle al gobernador, ¿Quo vadis homo..? ¿hacia dónde vas, hombre..? en estos ocho meses de gobierno, han sido muchos los frentes abiertos, y no he encontrado alguna acción trascendente para que Toño Echevarría, cultive el amor, la admiración y la amistad de sus gobernados, permanece alejado del pueblo, se refugia en su gremio –los charros- y en el círculo íntimo de sus dos o tres incondicionales.
En este círculo rojo, que se ha dimensionado en rededor del gobernante, trasciende la frivolidad de los junior´s, la liviandad con que se conducen al frente de las delicadas responsabilidades que les ha delegado Toño como funcionarios del primer nivel; no han hecho su trabajo, se han dedicado a cultivar el ego de su jefe, impidiendo un lógico y necesario caminar hacia la base social que hoy no solo lo aprecia extraño, sino distante.
EL FIN SUPERIOR DE SER GOBIERNO
El político que llega a la gubernatura de su Estado, pues ya chingó; va a sacar recursos para sí y para su familia para que ya no se preocupen por su manutención por dos generaciones; un gobernador no puede darse el lujo de tener enemigos, porque entre sus responsabilidades está la de ser el justo árbitro, la balanza que mide con justeza el reparto de los productos sociales de nuestra comunidad.
Tiene como obligación promover el bien común, y promover el desarrollo económico en base a nuestras potencialidades, que no son pocas.
Empero, desde el empoderado secretario de gobierno, cuyos perfiles autoritarios revelan la difícil condición que tuvo en el seno de su familia en su proceso formativo, hasta la frivolidad y la falta de urbanidad del secretario de obras públicas, los hombres del gobernador son seres invisibles para los medios, mudos y torpes cuando van a eventos propios de su competencia.
Ay..! de pena ajena cuando el secretario de turismo acude con los avezados empresarios de BadeBa; o la torpeza del tesorero, cuya dicción le hace ininteligible sus palabras a medios. Pero todo esto es cosmético, epitelial; lo grave es lo que subyace en el aparato de la administración pública.
La tarea que se han echado a cuestas, desmantelar el aparato administrativo y de justicia que instrumentó Roberto Sandoval antes de terminar su sexenio, y ello implica la baja de cientos de basificados por ese gobierno; y si ya encarreraros, los afanes justicieros del mudo secretario de la contraloría pudiesen tener mayor suerte, ¿porqué no dan de baja también a los más de dos mil burócratas que basificó el sátrapa Ney González..?
Ignoro de que tratan las extrañas reuniones del círculo rojo del gobernador, los lunes en casa de gobierno; las voces malditas dicen que es para curar la cada día más recurrente resaca, el sibaritismo que se ha erigido como la constante de esta administración.
Conozco al joven empresario Echevarría García, desde que era un adolescente, la charrería le forjó el carácter y le perfiló como el hombre de bien que debiera ser, generoso con los suyos, con sus incondicionales, ahí donde se le han colado dos que tres gandallas; debiera –a juicio del escriba- empezar a revisar lealtades, es una abominación que funcionarios clave de su gobierno, en el legislativo, estén apoyados en los personajes impresentables que hicieron el trabajo sucio del anterior gobierno.
No estaría nada mal para el gabinete de Toño, que recuerden lo sustantivo de sus nombramientos, están en el servicio público, ahí los pusieron para hacer realidades muchas intenciones justicialistas, el autoritarismo, la frivolidad, intrascendencia y diletantismo que han asumido, es la mejor receta para sepultar en la picota del descrédito a un gobernador que llegó al ejercicio del poder con tamaña legitimidad de los votos.
Por esa causa y los devaneos libidinales del anterior responsable así como la oceánica incapacidad del operario que dejó en prensa, todo lo que haga o deje de hacer el poder ejecutivo, se dimensiona entre la medianía por no decir mediocridad, el incumplimiento de compromisos, sin asidero las promesas; y para sus ex fans, entre el fiasco y la decepción; de esta manera en el obligado corolario electoral es de dudarse que su partido coaligado alcance el triunfo en esta próxima elección federal.
¿Quo vadis homo..? ¿pa´dónde Toño..? ¿pa´donde van…?
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