Los tiempos que hoy transcurren modifican las liturgias de antaño; en varios aspectos, la administración de Roberto Sandoval ha sido singular y tendrá un lugar honroso en la historia de nuestra entidad, por méritos propios, por diversos e innegables logros –materiales e inmateriales- que en la medida de los años posteriores al término de este sexenio, se podrán aquilatar en su exacta dimensión.
Sin embargo, el anterior aserto no implica que se tengan que ocultar las disfunciones e ineficacias que ha tenido esta administración, cuestiones que son notorias y las que obviamente son los factores que son utilizados por las oposiciones al gobernante para mantener una actitud rijosa, en ocasiones desmesurada; son los riesgos de este tiempo, en que nuestro sistema es tolerante hasta el extremo del ejercicio libertino de la libertad de expresión.
Y una falta de consistencia ha sido en Roberto, los mecanismos de comunicación política que ha utilizado; en el uso de sus cuentas en redes sociales, muy poco inter actúa, es decir el fenómeno de la comunicación política que implica no solo la respuesta del receptor, sino la respuesta a su vez del emisor poco o casi nunca se ha dado; parece más un siloloquio que una interlocución entre el gobernante y la ciudadanía.
La sociología de la comunicación de masas nos indica las características peculiares del nuevo sistema comunicativo de una sociedad como la nuestra, caracterizada por la aparición del hombre – masa. Este gobierno, se centra en los usos y efectos de los medios de comunicación y, no ha tomado en cuenta una perspectiva más general, las interrelaciones que se establecen entre los medios y el público.
La comunicación política de este gobierno pone en relación el proceso de formación de la opinión pública con cuestiones propias del mundo de la política. La opinión pública es estudiada en el campo del debate político, sobre todo el contestatario, más que el que tiene mayor relevancia social.
Les ha preocupado el espacio público de las redes sociales, como lugar de cierta relevancia social donde ocurren y se conforman los fenómenos rijosos de oposiciones que están muy lejos de ser considerados como genuinas expresiones de opinión pública. Son opiniones publicadas, focalizadas en específico en partidos políticos y la chusma opinadora de las redes que poco inciden en el grueso de la sociedad.
En la sociedad de masas, son los medios de comunicación los principales encargados de definir el espacio público; a los cuales esta administración los controla y manipula con la astringencia presupuestal.
LAS TAREAS PENDIENTES
Quizás, muchos de los pendientes giren en rededor de la impronta de la carencia de recursos presupuestales; empero, en la administración pública de Nayarit, no hemos conocido cuál es el criterio discriminatorio para discernir porqué se orienta primero el gasto público hacia los programas paternalistas de su base social popular, y se deja en segundo lugar el sistema estatal de seguridad pública. Se pagan primero el Prosa, uniformes, becas y no hay gasolina para las patrullas de la Fiscalía.
Tampoco se ha informado porqué persiste la grave condición de la implementación del nuevo sistema de justicia penal, que a unos cuantos meses del vencimiento del plazo perentorio, se aprecian huecos, espacios sin cubrir, disfunciones y graves ineficacias de operación en la entidad, cuando recientemente en la reunión nacional de la Setec en Zacatecas, su titular dijo que de los cinco mil millones de pesos que el gobierno de la república presupuestó desde el 2014 para la implementación en las entidades, solo se han ejercido 300 millones por la falta de capacidad –del copago- de los gobiernos estatales.
En la administración de Roberto Sandoval, no se ha ejercido la evaluación y el seguimiento de si se han cumplido o no las grandes metas del plan estatal de desarrollo, menos la autocrítica; y si un gobierno no tiene la capacidad de autoevaluarse o de aceptar que lo evalúen a sus gobernados, está incumpliendo una de sus principales tareas.
Porque a diferencia de la fiscalización de los recursos públicos, en dónde se verifica que el presupuesto efectivamente se haya gastado para los propósitos planteados, los procesos de evaluación sirven de manera integral para: medir el impacto de la asignación presupuestaria de los programas públicos; valorar la efectividad y eficiencia de las políticas y con ese diagnóstico motivar la mejora continua de los programas y fortalecer los procesos de rendición de cuentas a través del monitoreo sobre el desempeño del gobierno.
Roberto no despide a sus funcionarios ineficaces, los pone en el limbo o los cambia de asignación; hasta ahora, todo este pasivo ha sido el resultado de llevar a la administración pública a gente sin el perfil adecuado y con precarias capacidades para el rol que debe desempeñar en la administración gubernamental.
Empero, al inicio de su quinto año de gobierno, bien puede dar golpes de timón y sobre todo, pensar en su trascendencia y el escenario que tendrá posterior al fin de su sexenio, los aplausos o silbidos serán solo para él; quien es el primero y el último responsable de la suerte final del gobierno; es tiempo de corregir, debe volver a tratar de seducir a sus gobernados como el primer día, con entusiasmo, generosidad y un mucho de racionalismo político.
Su futuro político personal y el prestigio que le resulte al final de su gobierno está en juego, ni más ni menos. De aquel novel e inexperto aspirante a político que solo quería ser regidor del Ayuntamiento de Tepic para llevarles balones a los jóvenes de las colonias marginadas, al cosmopolita gobernante de hoy, existe un abismo de distancia; a partir de mañana, son dos años definitorios, debe hacer un profundo ejercicio de ponderación de sus acciones, para el cierre exitoso de su gobierno.
Tiene capacidades para hacerlo…
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