• No pudo o no quiso sacudirse la servidumbre
• Rehén de los cacicazgos sindicales
Durante su breve campaña como candidato a la rectoría de la Universidad Autónoma de Nayarit, Ignacio “Nacho” Peña, tuvo algunos asesores en marketing político que le dieron matiz y contenido a sus propuestas de campaña, la cual, a pesar de ir en caballo de hacienda, le generó autenticidad en las adhesiones de trabajadores, docentes y estudiantes, que legitimaron con las reglas de entonces su entronización como rector de la máxima casa de estudios de la entidad.
En el diseño de algunas de sus propuestas, se identificó una frase que de entrada tuvo su impacto mediático y político; en una reunión con medios expresó “no seré rehén de ningún sindicato de la universidad, si quieren imponerme cosas, mejor les renuncio..!”
Uno de sus asesores de campaña, le señaló al hacer el análisis y su impacto de la jornada de ese día; se le felicitó y le dijeron que, si podría cumplir con tal aserto, ya siendo rector, pasaría a la historia de la UAN, como el rector que supo ponerle el cascabel al gato, dado el enorme enclave de poder y de control de los órganos de gobierno interior que tenían los liderazgos del SPAUAN, SETUAN y FEUAN.
Y llegó con los mejores augurios a su rectorado, y los hechos de su ejercicio no mostraron que para cambiar la dinámica de fuerzas que disputan el control del presupuesto y del esquema caciquil de los sindicatos, tendría que hacer una tarea de romanos y romper con los intereses creados perfectamente identificados
Ya con la crisis endémica encima, llega al gobierno del Estado el doctor Miguel Ángel Navarro Quintero, quien en sus definiciones de campaña y como gobernante lo confirmaba, “entiendo y respeto la autonomía académica de la Universidad, lo que no se admite es que sea absoluta en lo administrativo..” y lo confirma en su discurso de la toma de posesión de la actual rectora Norma Liliana Galván Meza, al señalar que la autonomía administrativa debería de ser “flexible”.
Es decir, que con los extraordinarios apoyos financieros y la intervención del poder ejecutivo para negociar pagos de los descomunales adeudos que arrastraba la UAN, se tenía que concretar un QUID PRO QUO, que traducido al castellano significaba que la UAN al interior debería de iniciar su transformación interna conforme lo establece el marco legal y financiero.
A Nacho Peña se le prodigaron los apoyos y, sin embargo prosiguió siendo rehén del cacicazgo del ahora encarcelado líder del SETUAN, quien dominaba al SPAUAN y a los Feuanos; a las recomendaciones y exigencias de la ANUIES, de la SEP y sobre todo a las del gobernador Navarro Quintero, el ex rector pretendió instrumentar las duras medidas de reestructura financiera con eufemismos.
En su oportunidad ya con la nueva rectora, el gobernante muy molesto dijo al referirse a esta engañifa del que fuera rector “Nacho Peña, nos engañó, me vio la cara de tonto..!” y hoy tenemos el resultado, sus hechos cometidos tienen la apariencia de delito en contra del patrimonio de la UAN con otras figuras complementarias del código penal.
La coyuntura de seguir los procedimientos penales en contra de quienes durante lustros usufructuaron ilegalmente el patrimonio de la universidad, ha posibilitado que el saneamiento de las finanzas de la universidad vaya hasta sus últimas consecuencias; Nacho Peña comparece ante un juez penal, tiene derecho a defenderse y a que se le presuma inocente.
Estas acciones judiciales de la FGE, son el corolario de la más grande acción que gobernante alguno haya podido intentar para sanear las maltrechas finanzas de la universidad de todos los nayaritas; como un castillo de naipes, las estructuras de corrupción se siguen derrumbando, y sin duda alguna podrán alcanzar a todos aquellos actores y partícipes del ya inadmisible latrocinio del que era objeto la UAN.