Ahora, en el post debate, nos encontramos ante las lógicas y naturales exageraciones de los aparatos de publicidad del candidato de la derecha y el desbordamiento de las huestes del institucional, las afirmaciones son por igual, el triunfalismo a ultranza, empero, el joven Echevarría acreditó sus expósitas limitaciones, la tibieza de sus convicciones, la inexperiencia, y su falta de conocimiento de lo que es la administración pública en el sistema político mexicano. Voluntarismo puro.
Manuel Cota por su parte, hizo un buen número de propuestas, abarcó el amplio abanico de lo que ha estado proponiendo a lo largo de su campaña en diversos foros; sin embargo, sus locuciones fueron monocordes, un solo tono de voz usado, no tuvo inflexiones, su rostro permanecía hierático, atento al monitor y el estar leyendo sus notas, no le permitió expresar su genuino pensamiento sobre la temática del debate.
Y luego el atuendo, un color insípido para la naturaleza del acto; sus asesores, desconocieron por completo el lenguaje de la imagen, la ropa hacía anodinas las expresiones, y con la falta de enjundia, emoción y ademanes ad hoc, dimensionaron que si bien sus propuestas son acordes lo que representa su candidatura, para gusto del escriba, debió de expresar emociones, porque las gesticulaciones que no tuvo, complementarían el mensaje.
Raúl Mejía en su papel, tránsfuga del PRI, sus bien expresadas condenas al partido al que perteneció toda su vida, su larga estancia en los puestos que ahí le prohijaron, se deslegitimaron por su recientemente asumida actitud contestataria y con los colores de otro partido.
Por su parte, el mejor de los candidatos en el desempeño de los espacios que diseñaron para el debate. Miguel Ángel Navarro, demostró que sin leer, es un auténtico animal político, ese zoon politikon que estuvo auténtcio; dado que la primera obligación de quien se exprese políticamente correcto es no defender ni valorar positivamente la propia actividad política, hoy absolutamente despreciada y devaluada, sino que el galeno bordó sobre sus ejes temáticos de campaña.
Impacta a sus escuchas con el duro diagnóstico que hace del actual gobierno, la ironía crudelísima con que definió al partido del candidato de la derecha “ no es el pan, es el partido álica de Nayarit..” y la sencillez de las tres “eses” de su campaña, “sudor, saliva y suelas”; es la ruta de ir con el pueblo, para hacer un gobierno “honesto, humilde, humanista y de hermanos..”.
LA DIFERENCIA EN LAS LOCUCIONES
Miguel Ángel Navarro es bueno para comunicar políticamente hablando, su eje temático de ir en contra de la corrupción e impunidad de los funcionarios que se hicieron empresarios, contra la impunidad de los actuales funcionarios, y la antinomia de la familia del candidato de la derecha; señaló tópicos adecuados de la temática que les impuso el formato del IEEN.
A nuestro parecer, los rasgos distintivos de su presencia en el debate que lo registran como ganador, son, una adecuada locución, dureza en los calificativos, su expresión corporal adecuada y una excelente mímica, los ademanes de sus brazos, el lenguaje de las manos, era correspondiente al cambio de tono en la voz, el rictus de su rostro acreditaba la dureza de sus diagnósticos y el humanitarismo de sus propuestas.
Justicia social para los desclasados, apoyos de un Estado benefactor y subsidiario, becas para estudiantes, adultos mayores y discapacitados; fue el único que se refirió a la conflictiva de la UAN y el que dijo cómo apoyarla.
No fue triunfalista a ultranza, tampoco se asumió ganador de las elecciones de manera anticipada; convocó a más debates y con otro formato; solo Manuel Cota contesto aceptando dicha propuesta.
Emotivo al hablar de su primera infancia y quizás lo único que le faltó, es ponerle más énfasis a sus locuciones de cierre.
En la política electoral, hablamos de percepciones, de emociones que despertaron en el futuro elector por lo atingente que ha sido el mensaje de candidato, dejando sembrada la inquietud en la conciencia de sus escuchas; eso hizo el candidato del MORENA, el doctor Miguel Ángel Navarro Quintero.
La experiencia y la serena madurez quedó acreditado en este evento; el hijo pródigo de Puga, fortaleció sin duda su excelente posicionamiento en el imaginario colectivo electoral.
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