En esta conmemoración del 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer, marcharon personas de partidos políticos, de todos los sectores, académicas, amas de casa, profesionistas, intelectuales y sobre todo quienes participan en algún colectivo feminista.

Entre el grupo de mujeres que marcharon, se encontraba la señora Eréndira Pérez Rosas, quien nos informó que en la actualidad, el Día Internacional de la Mujer es una jornada de celebración de los avances logrados por las mujeres en diferentes áreas como la educación, la salud, la política y la economía. Sin embargo, también es un día para recordar que la lucha por la igualdad aún no ha terminado porque no se vislumbran resultados positivos.


Cada 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer, es una jornada para conmemorar los logros de las mujeres en todos los ámbitos de la vida social, así como para visibilizar las desigualdades que aún persisten y seguir luchando por la igualdad de género.


A pesar de los avances, “las mujeres seguimos enfrentando diversas desigualdades en todo el mundo, como la violencia de género, la brecha salarial, la falta de oportunidades en el ámbito laboral y la infrarrepresentación en los puestos de liderazgo, en lo personal me dedico al comercio informal y tengo un negocio propio, porque a mis 45 años de edad no encuentro un trabajo”.

Destacó que el Día Internacional de la Mujer es un momento para reflexionar sobre el camino recorrido y el que aún queda por delante. Es un día para recordar que la lucha por la igualdad es una lucha de todos y que juntos podemos construir un futuro más justo e igualitario para todas las personas.

A pesar de las décadas de lucha y avances significativos, dijo que el 8 de marzo nos invita a una profunda reflexión sobre lo que aún está pendiente en materia de igualdad de género. Si bien celebramos los logros alcanzados, no podemos ignorar las desigualdades que persisten en diferentes áreas de la vida social.

Violencia de género es una de las mayores lacras de la sociedad actual. Millones de mujeres y niñas siguen siendo víctimas de violencia física, sexual y psicológica en todo el mundo. En lo laboral las mujeres aún ganan menos que los hombres por el mismo trabajo, perpetuando la desigualdad económica y social.

Pero hacen falta oportunidades y las mujeres siguen infrarrepresentadas en puestos de liderazgo y toma de decisiones, tanto en el ámbito público como privado. Los roles tradicionales de género siguen limitando las oportunidades y el desarrollo personal de mujeres y hombres.

Es por eso, agregó, que el 8 de marzo no debe ser solo un día de celebración, sino también un momento para reflexionar sobre nuestro rol individual y colectivo en la lucha por la igualdad. Es hora de pasar de las palabras a la acción.

Así que se deben implementar políticas públicas. Los gobiernos deben comprometerse con la implementación de políticas que aborden las desigualdades de género de manera integral. Es necesario desafiar los estereotipos de género y promover una cultura de igualdad y respeto. La educación es clave para construir una sociedad más justa e igualitaria. Es fundamental inculcar valores de igualdad y respeto en las nuevas generaciones.

La lucha por la igualdad de género es una responsabilidad de todos. “Solo mediante el compromiso individual y colectivo podremos construir un mundo donde todas las personas tengan las mismas oportunidades y derechos, sin importar su sexo o género, porque en la mayor parte del mundo, la mujer siempre será relegada para dar preferencia a los hombres en todos los aspectos”.