- Grave responsabilidad para el poder judicial
- Se reclaman juzgadores capaces
- Tarea de todos, Abogados, y justiciables
Lejos se encuentra la administración de justicia cuando las Juntas de Conciliación y Arbitraje, así como el Departamento del Trabajo eran entregadas a la organización de trabajadores prevaleciente en cada entidad federativa; en Nayarit, la CTM y en Jalisco la CROM, por señalar un ejemplo. Era el pleno dominio del Estado corporativo con sus alianzas y la justicia laboral era un laberinto que se tenía que resolver no con el talento y la argucia de los Abogados, empresariales o de trabajadores, sino con la cercanía del líder obrero en turno.
De por sí, de manera intrínseca la Ley Federal del Trabajo y sobre todo la edición comentada de los Abogados Trueba representaba una legislación la mar de proteccionista, era la expresión de que el Estado mexicano consideraba a los trabajadores como menores de edad, y a los empresarios como el ogro explotador de sus derechos.
Hubo reformas que aminoraron un tanto el ámbito de privilegio procesal de los trabajadores y sindicatos, como la reforma del presidente Calderón y otras que le siguieron; esta transformación revolucionaria de nuestra legislación laboral iniciada hace dos sexenios, ha sido superada por la actual administración, requiriendo un esfuerzo nunca antes visto, está afectando y obligando a los patrones, los trabajadores, los sindicatos, y los diversos especialistas del mundo laboral a conocerla y cumplirla.
Tenemos que considerar el enorme rezago que existe en el país, ya que no se concluyeron los 450,000 juicios en trámite de la legislación anterior al 1 de mayo de 2019.
Son los tribunales de justicia de los Estados quienes serán responsables a partir de hoy de hacer jurisdicción en materia laboral, se crearon las nuevas instituciones del Estado para regular la etapa previa del proceso laboral, y ello representa mayor presupuesto y una planta de Abogados conciliadores y juzgadores que tienen que estar preparados para el ejercicio del derecho laboral en el nuevo sistema, cuya oralidad y características deben de hacerlo plenamente accesible a cualquier justiciable.
Este nuevo sistema busca acabar con la simulación, abrirle puertas a la democracia sindical y avanzar hacia una justicia laboral, la modernización del sistema de Justicia Laboral de México, con la implementación de nuevas instituciones y procedimientos democráticos, ya es una realidad en el país.
Arranca el sistema de conciliación como la puerta de entrada para dirimir los conflictos entre empleadores y trabajadores, y en donde no se logre su solución se podrá acudir a los tribunales laborales, dependientes del Poder Judicial.
Para este nuevo capítulo se habilitaron 19 oficinas del Centro Federal; 40 centros de conciliación locales; 32 tribunales federales y 36 locales, donde ya despachan más de mil conciliadores, jueces, secretarios, verificadores y personal registral seleccionado mediante concursos públicos y abiertos, y capacitado para brindar un servicio profesional y gratuito a la ciudadanía.
Este andamiaje ha demostrado su eficacia, ya que en los estados que participan en la primera etapa se resuelven el 75% de los asuntos por la vía de la conciliación, 86% de ellos en la primera audiencia, a 15 días entre la solicitud de conciliación, y en caso de ir a juicio, se dicta sentencia en un promedio de 3.5 a 4.5 meses.
Hoy Nayarit, su poder judicial con la venturosa presencia de la magistrada presidente, Rocío Esther González García enfrenta el reto de sumarse a las entidades federativas que ya implementaron la justicia laboral en sus jurisdicciones; hace unos días se anunció por parte del ejecutivo estatal, un apoyo extraordinario de carácter material y financiero, más vehículos y un aumento a las percepciones de los juzgadores y secretarios de acuerdos.
Miguel Ángel Navarro Quintero, asume como propios los retos que enfrentan los otros poderes y las instituciones que son la parte más sensible de nuestra sociedad en este tiempo vertiginoso de cambios que nos impone la corriente de Unicidad Judicial; la magistratura de Rocío Esther, se ha caracterizado por su discreta eficacia en implementar adecuadamente esta jurisdicción, sin grandes efectos mediáticos, preocupada por resolver las perniciosas inercias del pasado reciente, sacudiendo al interior del personal de los juzgados de primera instancia para acabar con el flagelo de las dilaciones y corrupciones que implica la dejadez y el descuido de los procesos.
En el poder judicial existen Abogados preparados, capaces, féminas y varones; hoy es el inicio histórico de esta nueva jurisdicción, hemos de esperar entusiasmo y enormes motivos para hacer que su trabajo sea trascendente.!
Enhorabuena, si no lo hicieres así, que el pueblo os lo demande…
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