-
Política y partido
-
Sumar al proyecto compartido
De todas las proyectivas que genuinamente ejerce Miguel Ángel Navarro como titular del poder ejecutivo, tenemos que reconocerle que no actúa con dobleces, muchos políticos antes de llegar al poder señalan un tipo de conducta y ya ejerciéndolo cambian diametralmente; y el gobernante de los náyaros ejerce el poder muy a su manera, lineal y sin dobleces.
No es dado a los coloquios, el círculo de interlocución sobre el diseño de sus políticas públicas es, reducido e impenetrable; este diseño redunda en que se generan las expectativas propias de una de “las 48 leyes del poder” –la 16 del libro de Robert Greene- “sírvete de la ausencia para acrecentar el respeto y el honor”.
El canon del sistema mexicano nos indica que todo partido político debe ser el instrumento de acción política del gobernante en turno; en el caso local, Morena no tuvo tal protagonismo, por acuerdo previo con una fuerza económica local; y el gobernador Navarro Quintero, mantuvo una prudente distancia con ellos y siguió manteniendo actuante y articulada su fuerza de tierra que viene desde la creación del “Juntos por Nayarit”, organismo cupular ciudadano que se mantiene unido a las decisiones del ejecutivo estatal.
Sin embargo, a la hora de las elecciones intermedias, merced al status quo del partido en el poder y las lógicas expectativas del gobernante, hubo un notorio desplazamiento de la dirigencia nacional y estatal, con el previsible escenario gubernamental de promover mujeres y hombres de su grey y aliados a los puestos de elección popular.
Con toda la singularidad y formas atípicas que tiene el comité nacional de Morena para la designación de sus candidatos electorales en los Estados, Nayarit tuvo una serie de desaciertos que imbricaron cuestiones no solo de filias políticas, sino de desencuentros y asuntos judiciales.
Estamos en los prolegómenos a los registros definitivos de quienes serán los abanderados a las principales alcaldías; y según un trascendido que se le endilga a Mario Delgado que dijo “en Nayarit, Bahía de Banderas, Compostela y Tepic son nuestros.., los demás se los regalamos..”
Y en estos días previos de los anuncios de Morena para tales alcaldías y el siglado de los que serán nominados por la alianza oficialista, se produce el cambio imprevisto de la dirigencia de Morena y la llegada de los nombres que irán a 9 de los 20 distritos electorales al congreso local. Falta la lista de los candidatos plurinominales al legislativo y once de los de mayoría relativa.
Y se registra en esta nueva correlación de accionar político electoral, una notoria inconformidad contra las ediles que se reeligen y un rechazo a las esposas de los actuales presidentes municipales que fueron ungidas candidatas para suceder a su cónyuge.
Zaira Iturbe que se va de super delegada de Claudia Sheimbaun a tres entidades, señaló que todo fue negociado y los proyectos siguen, solo que ahora, la hegemonía política está en manos de Miguel Ángel, quien fiel a su estilo –sin estridencias- remodela el escenario político gubernamental y se apresta para completar las planillas de candidatos a los puestos de elección locales.
Para un gobernante lo más importante de las elecciones intermedias es contar con la mayoría de diputados en el congreso local, ya que ahí se procesa su salida, pues son ellos quienes le aprueban las cuentas públicas de su gobierno; en los nombres de los próximos diputados hemos de conocer lo negociado y las alianzas que se hicieron para tener un congreso aliado que le posibilite al ejecutivo llegar a feliz término su mandato.
Hemos de ver…