Para todos nuestros amables lectores, amigos y sponsor´s, desde este espacio, les deseamos que ante los tiempos que vivimos desde hace meses en el país, que han producido una explicable condición de incredulidad y de encabronamiento por la incapacidad del Estado de resolver la impronta social, fiscal, delincuencias en sus variables manifiestas, pues que surja la racionalidad explicativa para entender este duro proceso de catarsis que se nos ha impuesto.
La crisis del gobierno de la república, los claroscuros del gobierno del Estado de Nayarit; la incapacidad orgánica de los hombres que nos gobiernan de darle respuesta puntual a los conflictos que se han incubado en la sociedad, en los diversos colectivos que tenemos en la entidad, es una condición que abruma y deprime al mas pintado optimista; si se ha utilizado el servicio público para enriquecerse de manera impune, y si la zafiedad de aquellos que se han aprovechado en el grupo gobernante son cínicos, seguros de su impunidad, tiempo es de que la denuncia ciudadana ante las instancias legales que tenemos se lleve a cabo.
No es fácil el camino de la reconstrucción moral y ética de nuestro gobierno y sus titulares, deben ser los primeros obligados en preocuparse por las consecuencias de lo que esto significa.
Sin embargo, estos días de recogimiento espiritual, con el cobijo de nuestras familias, puede ser el remanso de fortalecimiento colectivo que requerimos todas las voces sociales, los adherentes, los contestatarios, los testigos beligerantes -como el escriba- y salir en mejores condiciones para que, cada cual en sus trincheras, cumplan con sus responsabilidad de la mejor manera.
Al leer el acontecer gubernamental, en ese crisol en ocasiones candente que es la contienda social por el aprovechamientos de sus productos, al tratar de hacer explícito el escenario y sus alternativas, no existe el imperativo categórico del «deber ser» de una ingenua interpretación de la sociedad; tenemos que ser racionales, la impronta social es tal cual y no como quisiéramos que sea. Esta es la primera tarea, dejar de ver las ramas que nos impide ver el bosque completo de la comlejidad social y política que hoy nos abruma.
Pese a todas las inconveniencias, pese a todo el condicionamiento de que todo lo que hoy tenemos es corrupto, es moralmente detestable; somos de los convencidos de la enorme capacidad que tiene el pueblo y que mediante sus mejores inteligencias se puede generar un clima de exigencias ciudadanas para paliar un tanto las desmesuras de aquellos que medran al amparo de sus puestos públicos.
Soy de los que creen en el valor moral, en la ética de las personas, nuestro código de valores está en desuso por que lo hemos abandonado de manera negligente, y todo comienza en la reflexión personal y en nuestro primer entorno, ahí está el inicio del camino de la reconstrucción de nuestra sociedad, si somos exigentes con nosotros mismos se siembran las semillas en el tejido social, emergiendo ideas frescas de renovación esperanzadora.
El nexo armónico de los hombres que vivimos en sociedad, es la confraternidad y el respeto mutuo; y si le ponemos algo de afecto a nuestra madre tierra, podremos con firmeza construir una sociedad mejor.
Amo a mis hijos, a mis nietos, a mi esposa, a mi madre, a mis hermanos y a toda su descendencia; quiero enormemente a este país y no me voy a acobardar por los momentos difíciles por los que atravesamos; estimo a mis amigos y conocidos, y con ello, con este afecto colectivo, desde lo mas íntimo de mis convicciones os deseo que esta noche, y la navidad y la siguiente y el año próximo que llega en días, les dé la fortaleza moral, la felicidad que merecemos y las convicciones de que el mañana será mejor.
¡¡Feliz navidad y próspero año 2015…!!
