Por Luis Ignacio Palacios
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De un sano ejercicio
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A manipulación política
La demoscopia nace y se desarrolla en la misma medida en que evoluciona el marketing político, como ciencia dedicada a la investigación a base de encuestas de opinión; es un instrumento imprescindible en las ciencias sociales, y tiene un uso muy recurrente en las campañas político electorales, ya que con sus métodos se registra el comportamiento humano con una regularidad que permite anticipar el desarrollo de fenómenos sociales.
Y hoy no existe mayor fenómeno que impacte a la sociedad toda, que los procesos electorales; recuerdo hace unos veinte años, en un evento de marketing político desarrollado en NuevoVallarta, platicando con Roy Campos presidente de Consulta Mitosfky sobre la eficacia de las encuestas, me decía, “esto es ciencia, análisis estadísticos de probabilidades, no hay pierde, lo malo es que los políticos y sus partidos van a utilizarla como un instrumento de propaganda, para disuadir o inhibir el voto en tal o cual sentido…”
Y dicho y hecho, en este proceso electoral, como nunca se han utilizado las encuestas electorales sobre el posicionamiento de las dos candidatas a la presidencia de la república, con el enorme poder de la presidencia de la república, la mayoría de las empresas encuestadoras se apegaron a sus intereses; salvo dos o tres excepciones que con su discreto trabajo sin tanto aspaviento, sus resultados reflejan el ambiente social que prevalece en nuestro país.
Las encuestas generan datos precisos, capaces de predecir los resultados electorales en todos los niveles de gobierno, desde las elecciones locales hasta las federales. Además, estos tipos de encuestas proyectan con exactitud las tendencias de opiniones en una variedad de grupos demográficos.
Este tipo de encuestas es que tienen la capacidad de predecir el resultado de una elección. También sirven de guía a periodistas, analistas y a los mismos ciudadanos para conocer sobre la campaña y elecciones en general, y también sobre los candidatos, el impacto de sus propuestas y plan de trabajo.
Todos estos datos que registra una encuesta, son importantes porque apuntan hacia dónde van las preferencias de los votantes e incluso cambiar sus decisiones. Solo que, con el uso faccioso de sus resultados, las diferencias son enormes entre las que capturó el oficialismo y las que han permanecido independientes y con su trabajo profesional, apegado a la realidad.
El próximo 3 de junio una decena de empresas encuestadoras, no tendrán cara para justificar sus yerros metodológicos y sus inauditas conclusiones; por simple ética mercantil (si existe algo) deberán de ofrecer disculpas a la sociedad y explicar lo obvio, que sus procesos fueron pervertidos por el poder.
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