- En plenitud Miguel Ángel Navarro
- Dominio del escenario político ¿y el electoral?
El evento del sábado 21 del presente mes, con el mensaje del gobernador a propósito de su segundo año de gobierno, es la constatación de su dominio político administrativo del actual momento que se vive en Nayarit, un acto que recibió a cerca de cinco mil nayaritas que vinieron de todos los rincones del Estado; y que sirvió también para la pasarela de medios y comunicadores.
Ahí estuvieron todos los que protagonizan la vida institucional de la entidad, funcionarios de los tres niveles de gobierno, con la singular excepción de la pareja en concubinato que gobierna la ciudad de Tepic.
Del mensaje, tenemos que resaltar varias cuestiones, con el estilo personal de gobernar que tiene Miguel Ángel, demuestra que está al cien por ciento inmerso en el cumplimiento estricto de sus responsabilidades.
No trae discurso escrito, solo una guía temática que casi siempre se ve desbordada por la enjundia con que el pugüeño le imprime a estas trascendentes alocuciones; todo lo trae en la mente, que es un tropel de argumentos que tiene como eje el justicialismo de sus proyectivas gubernamentales.
El tema primero, el inocultable monto de las deuda pública, la oficial, la bancaria y la privada; el cómo le han hecho para reordenar sus pagos, la quita de capital e intereses y de la manera en que hoy sobreviven las finanzas públicas del poder ejecutivo, gracias a la paradigmática solución que le imprimió desde unos meses al arranque de su administración, bancarizar todos los ingresos del gobierno estatal, trajo como resultado que en estos dos años, se haya registrado una suma mayor a cinco mil millones de pesos.
Dineros que han servido como palanca del desarrollo compartido con las inversiones del gobierno de la república, y ahí quedan, diseminadas las obras de infraestructura en los municipios y poblados alejados de la capital de estado, puentes, caminos y rehabilitación de escuelas, la muestra del en qué se gasta el erario.
Sanear, reordenar la vida de las actividades productivas de la entidad, toda la carga heredada de los flagelos de la corrupción en la ganadería, de la obra pública y del desorden al interior de las secretarías de educación, de obras públicas y de salud; lo indecible de la decidida de antaño, el desperdicio de bienes y medicamentos caducados.
Hoy, bajo el esquema en que es pionero el Estado de Nayarit, se proyectan las instalaciones hospitalarias que reclama un pueblo necesitado de atenciones de tercer nivel, ya se entregan clínicas y hospitales en los municipios serranos y los de alta tecnología en la entidad.
Un mensaje que englobó toda la amplia gama de acciones gubernamentales, incluyendo las acciones judiciales en contra de quienes han incurrido en acciones delictivas en el ejercicio de su función pública y a los otrora intocables Notarios Públicos, a los que les recordó que la facultad fedataria es del Estado y que ellos son sus detentadores por decisión del gobernante.
Y en este como en otros temas, sale a relucir, la permanente intencionalidad política de Navarro Quintero, gobierna con entereza, decisión y firmeza, no admite medias tintas, exige, reclama y enfrenta las consecuencias de lo estricto de su mandato; no busca el aplauso fácil de la demagogia, sino el reconocimiento de aquellos destinatarios de sus obras, los marginados, los humildes a quienes les recuerda que sigue siendo su empleado.
Un trascendente mensaje del quehacer público con pocos tintes de política proselitista, dejando muy claro que su administración está por encima de los partidos, y que hoy la tarea pública es para todos los ciudadanos sin importar la carga partidaria que se tiene en la entidad.
Es registro del quehacer cotidiano de un gobernador todo terreno.
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