Por Francisco Javier Rivera Casillas.
Corría el año de 1999 cuando inicié mi participación en el servicio público. El Poder Legislativo me abre sus puertas e inicio como asesor en la Dirección General de Asuntos Legislativos y Jurídicos de la XXVI legislatura.
Fueron prácticamente dieciséis años donde tuve la oportunidad de participar en distintas responsabilidades técnicas, todas relacionadas con el trabajo legislativo.
Durante esos años fui testigo del nacimiento de diversas reformas constitucionales y con ellas el surgimiento de nuevas instituciones locales. Todas ellas, siempre impulsadas por una exposición de motivos cuya aspiración central era modernizar el engranaje legal y lograr un funcionamiento eficaz de las instituciones en Nayarit.
Cada una de las reformas generó un significativo cambio en el diseño y dinámica de la vida pública en la entidad; ejemplos para ilustrar lo anterior y que son tres componentes de nuestro marco jurídico es el surgimiento del Órgano de Fiscalización Superior ( hoy ASEN) y el Instituto de Transparencia y Acceso a la Información Pública.
En años recientes se instauró todo un entramado en el marco jurídico local que tiene como finalidad prevenir y combatir eficazmente la corrupción en sus diversas formas de manifestarse. Enorme reto que sigue siendo una asignatura pendiente o de cumplimento parcial.
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Fiscalización, transparencia y combate a la corrupción, componentes del orden jurídico que concatenadas eficientemente deberían aportar contundentes y eficaces resultados.
Con independencia de estos ejemplos, podemos citar otras reformas que propiciaron el surgimiento de diversas instituciones que persiguieron el mismo propósito. La pregunta es si con su implementación ( fiscalización, transparencia y combate a la corrupción) han logrado el objetivo que motivó su nacimiento.
Desde mi perspectiva han contribuido, pero la exigencia de evidencias objetivas obliga a decir sin medias tintas que aún pueden y debe aportar más y mejores logros.
Aspirar a que las instituciones públicas las caracterice la eficiencia y eficacia debe ser una constante y debemos ser perseverantes en este cometido.
El solo diseño de la ley y el surgimiento de nuevas instituciones no es suficiente para lograr los objetivos que se persiguen. Es necesario e indispensable el acompañamiento de servidores públicos de carrera que los avale su trayectoria y sobre todo que estén comprometidos con el profesionalismo y los valores éticos que son inherentes a su desempeño.
Dicho de otra manera, siempre resultará ocioso todo tejido institucional y legal si quienes deben operar y ejecutar sus disposiciones no lo hacen con empeño, pulcritud y firmeza que el cargo representa.
La tarea no es sencilla pero debemos ser optimistas y perseverantes; hay elementos y evidencias para aspirar al prestigio que merece el servicio público en Nayarit
A seis años de distancia puedo dar testimonio desde otra vertiente del servicio público, ahora desde la perspectiva del Poder Judicial.
Durante estos últimos seis años he tenido la distinción de formar parte de una de las instituciones más importantes y grandes del estado, y me refiero a grandeza no solo por la cobertura territorial que debe tener a lo largo y ancho de la entidad en materia de administración de justicia, sino grandeza también, por el tamaño de las responsabilidades que le son encomendadas por la constitución.
Quienes conocemos al poder judicial desde su entraña estamos ciertos de sus debilidades y áreas de oportunidad, pero también debemos reconocer el gran capital humano con el que se cuenta en la actividad administrativa y jurisdiccional, servidores judiciales que hacen posible prestar el servicio.
Un ejemplo son los juzgados de oralidad mercantil que obtuvieron una certificación el pasado mes de enero del año en curso por parte de la CONAMER, Comisión Nacional de Mejora Regulatoria, misma que certifica que se cumple con los estándares mínimos para la correcta implementación de los juicios orales. El mérito y reconocimiento es a los titulares y personal que labora en dichos juzgados.
Aspirar a un Poder Judicial que se adapte y responda a una nueva época donde la exigencia de resultados es mayúscula es posible, puede ser una realidad.
Un Poder Judicial moderno y eficiente, donde el común denominador sea la actitud de un excelente servicio que edifique sus resultados con base en los componentes de fiscalización, transparencia y combate a la corrupción.
Hoy en día los servidores públicos debemos justificar nuestra labor a partir de resultados, la ley únicamente nos da el fundamento para hacerlo. No hay pretexto.
Hagamos que las aspiraciones se transformen en una realidad!!
*Magistrado del Tribunal Superior de Justicia del Poder Judicial del Estado de Nayarit.