Ayer los diputados que integran la Comisión Legislativa Especial de Gran Jurado, Sección Instructora, aprobaron por mayoría “la inhabilitación por 12 años, 10 meses y 15 días para desempeñar funciones, empleos, cargos o comisiones de cualquier naturaleza en el servicio público” en contra del exgobernador Roberto Sandoval Castañeda, de conformidad con el dictamen con proyecto de decreto de juicio político con número de expediente JP/CE/07/2017.
Los legisladores concluyeron el proceso dentro del expediente del juicio político que se instruyó en contra del ex titular del poder ejecutivo; y sí, para algunos puristas del derecho constitucional aún es cuestionable la procedencia de la denuncia presentada por diversas personas que se aglutinaron e hicieron mucho protagonismo previo con la singular organización autodenominada “comisión de la verdad”.
Siete resolutivos tiene el acuerdo, que ahora se remite al pleno de la XXXII legislatura, para que en función del procedimiento que se establecen en la normatividad interna, se discuta, la sección instructora nombra a tres diputados para que defiendan en la tribuna en el pleno, el dictamen de inhabilitación ante la sección de enjuiciamiento, todo este proceder barroco que implica el procedimiento del llamado juicio político.
Hemos de ver la capacidad argumentativa de los diputados nombrados y de aquellos legisladores tricolores que están ahí por la voluntad ya extinta de Roberto Sandoval, si tienen los atributos para defender a quien fue su jefe, cuyo apoderado hizo un esfuerzo final de reponer el procedimiento, instancia que le fue rechazada por unanimidad.
Polo Domínguez, el diputado presidente de la actual legislatura, sin duda presionado por las fuerzas políticas que llegaron con esta administración, terminará este procedimiento que se convirtió en una verdadera monserga jurídico política, por todos los altibajos que implica el activo protagonismo de la defensa de Roberto Sandoval, que litigó con todo ante un juez de distrito de Zapopan Jalisco para impedir la terminación del juicio político.
Muchos lustros han transcurrido desde que se instauró un juicio político, fue en el sexenio de Rigoberto Ochoa, que defenestraron a un singular pillo que llegó como diputado al congreso con el delirante accionar provocador, que a la postre sus propios aliados, votaron en su contra.
En breve veremos el corolario de este juicio, que por lo visto, tiene más visos de mediático que de político; y hemos de ver si Roberto reacciona con su peculiar sincretismo político.
Si como me dicen que vino hace unas semanas y lo vieron comer unos tacos en la carreta del “Tío” ahí por las siete esquinas; dudo mucho que Roberto Sandoval se anime a presentarse en la sesión del pleno en la cual se discuta la procedencia o nó del dictamen que lo inhabilitan por casi 13 años, para cualquier puesto del servicio público. Empero tal hipótesis sería sin lugar a dudas un verdadero espectáculo político…
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