El escenario inicial del próximo gobierno que presidirá Antonio Echevarría García, comienza a develarse, traerá en Planeación a un emisario del pasado; un rijoso empresario amigo del progenitor –of course!- que según las señales, al parecer encabezará el equipo de entrega recepción que se verá las caras con Mario Pacheco, Gianni Ramírez y Luis Antonio Apaseo, que desde ahora se avisoran problemas, dado su proclividad a dar la contraria a todo.
Y sigue la incertidumbre de dar las posiciones a los irredentos perredianos cuyos apetitos están exsacervados, y, desde luego al dueño de la franquicia panista que espera dos o tres puestos de primer nivel, entre otros, el que persigue el divo con afanes principescos para despachar en las oficinas del ex convento de la Cruz; en ambos frentes, están los ánimos a todo lo que dan sus ambiciones excluyentes.
Estando más cerca del PRD que de su partido de origen, se filtra que el coordinador de la primera minoría –panista- en el congreso, será el galeno Leopoldo Domínguez, lo que lo convertirá en el presidente de la comisión de gobierno de la XXXII Legislatura.
El brete es, qué hacer con las decenas de acreedores políticos que ya reclaman su tajada del pastel y no se conformarán con puestos de medio pelo, de subsecretario o director general de menos, es el reclamo.
Y en este contexto, todo lo que huela a juridicidad, organismo para estatales, fiscalía, tránsito, cereso, subsecretaría jurídica, oficina del gobernador, casa de gobierno y todo la parafernalia que ello implica…, el poder tras la silla del gobernante es –me juran y perjuran- el dilecto Abogado y Notario público Daniel Saucedo Berecochea, de sobra conocido que es el cuñado del próximo gobernante.
Es tanto su poder de decisión en los encargos que ya tiene que sin ambages, me han dicho, “sin duda, será el mundito del próximo gobierno” referido el símil a la reconocida capacidad política y de operación en las difíciles relaciones públicas para cuidar los intereses del gobierno y los particulares del gobernador, que demostró el ¿aún? senador de la república, notario público con licencia y en ciernes magistrado del tribunal de justicia administrativa Raymundo García Chávez.
Daniel, además de la prosapia del apellido, es una persona a quién se le reconoce su bonhomía; talento como Abogado y Notario, respetuoso como amigo, buen bebedor y excelente comidista; y la verdad, no me lo imagino tendiendo los hilos de los interiores del poder, operar detrás de bambalinas ese juego perverso de armonizar los intereses aviesos de quienes llegarán a gobernar con el más puro y depurado ejercicio patrimonialista.
En fin..! en unas cuantas semanas conoceremos el descenlace del cómo se aprestan a recibir la administración, con racionalidad y prudencia o si siguen con el ánimo rijoso de campaña…
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